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Visualiza a un gato al lado de un árbol: se acerca lentamente y empieza a estirar sus patas para arañar el tronco. ¡Arañar es uno de los mayores placeres del gato! Lo más probable es que no haya árboles donde rascar en tu casa, así que tu gato lo sustituye por cualquier otra cosa que ve atractiva y, como habrás observado, los tejidos son un buen sustituto. Pero, ¿por qué tiene esta necesidad? Los gatos arañan por diversos motivos:
Para evitar que tu gato esté arañando en zonas donde no debe, debes redirigir esa conducta hacia lugares donde sí pueda, sin causarte daños a ti ni a tu mobiliario, como por ejemplo:
La socialización de los gatitos es importante para el desarrollo de sus conductas: todo el aprendizaje que los gatos adquieren cuando aún son cachorros junto a su madre, hermanos y otras personas es fundamental para regular su comportamiento posterior.
Para ofrecerles un entorno enriquecido y adaptado a sus necesidades instala en tu casa superficies donde tu gato pueda arañar libremente, como rascadores en forma de torres o paneles, cuerdas, cajas, etc.
Algunos de estos sistemas además sirven para colocarlas en las partes del sofá que habitualmente rasca tu gato teniendo la funcion de proteccion y de rascador a la vez.
También existen algunos productos repelentes en el mercado para evitar los arañazos en las zonas en las que se aplica, y otros destinados a redireccionarlos hacia los lugares deseados.
Disminuye sus niveles de estrés adecuando el espacio a sus características y distribuyendo las zonas de forma adecuada:
zona social o de juegos
En situaciones de estrés o ansiedad, las feromonas sintéticas apaciguantes también pueden ser de utilidad.
Respeta su temperamento y atiende a sus señales comunicativas. Acaríciale en tiempos cortos para ver su nivel de tolerancia a las caricias. Si no quiere que le acaricies, busca otras formas de fomentar el vínculo con tu gato, como el juego, la comida...
No refuerces sus comportamientos no deseados. Si lo que quiere es llamar tu atención mediante arañazos, trata de no dársela ignorando su comportamiento limitando su acceso a ti. También puedes emitir un sonido o quejido fuerte en el momento exacto en el que tu gato te está arañando.
Aparta tus manos y pies a la hora de jugar con tu gato para que no lo incorporen como parte normal del juego. Como alternativa, puedes utilizar multitud de juguetes para realizar estas actividades como palos con plumas, cuerdas, juguetes interactivos, etc.
Y sobre todo no le castigues. Los gatos no aceptan bien los castigos y puede empeorar su comportamiento y tu vínculo con él. El refuerzo positivo es la mejor forma de enseñarle.
Generalmente, la conducta de arañar de los gatos se puede modificar o redirigir adaptando el entorno, pero en ocasiones puede ser necesario que realices una consulta a tu veterinario para que le realice un chequeo o a un etólogo para controlar el comportamiento de forma adecuada. Esperamos, no obstante, que estos consejos te sean de utilidad para evitar que tu gato arañe donde no debe pero respetando su naturaleza.
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