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Cómo ganarse la confianza de un gato Cómo ganarse la confianza de un gato

Gabriella Tami Doctora en Veterinaria y Máster en Etología
Publicación: 05/05/23
Cómo ganarse la confianza de un gato

Tanto si acabas de adoptar a un gato y no sabes qué hacer para poner las bases para una relación de confianza y cariño, como si vives con tu gato desde hace tiempo, pero nunca ha confiado del todo en su familia humana, este artículo podría resultarte útil para descubrir las claves para ganar la confianza de un gato.

En primer lugar, satisface sus necesidades

No son las mismas que tenemos nosotros y por eso podemos olvidarnos de algún aspecto clave para un gato, pero no tan relevante para un ser humano. Para satisfacer sus necesidades, no es suficiente alimentarle bien y cuidar de su salud: hay que crear un ambiente que promueva su bienestar y que respete los cinco “pilares” de su bienestar1:

  • La sensación de seguridad, es decir el hecho de poderse mover con tranquilidad en su espacio y de disponer de refugios seguros, si hiciera falta.
  • Separación entre los espacios destinados a las diferentes actividades del gato (comer, beber, descansar, hacer sus necesidades, rascar y jugar) y presencia de varios espacios distanciados entre sí y que desempeñan la misma función, por ejemplo, más de un arenero, más de un comedero, etc. Además, si en casa viven varios gatos, este aspecto es fundamental para minimizar la competición y los conflictos.
  • El hecho de poder emplear sus habilidades de cazador, a través del juego y de actividades relacionadas con la alimentación.
  • Interacciones agradables, previsibles y regulares con los seres humanos… aunque este aspecto depende de las características del gato: según su genética y experiencias con las personas, podría incluso faltar de la lista de lo que un gato necesita para vivir bien.
  • Respecto para su delicado sentido del olfato.

 


Satisfacer sus necesidades es el punto de partida para construir una buena relación: sobre todo, si el gato se siente amenazado o no se siente seguro, al estar rodeado de olores desconocidos, en un espacio que no le resulta familiar, aunque se trate de un gato sociable con los humanos, acercarse y relacionarse con una persona desconocida difícilmente será su prioridad.

Intenta entender cómo se siente 


¿Está relajado? ¿Asustado? ¿Irritable? Con la excepción de algunas expresiones faciales que es imposible no detectar, como las orejas totalmente aplanadas o la boca abierta en un bufido, los gatos resultan difíciles de interpretar para la mayoría de las personas2.

En cambio, entre los adultos jóvenes, las mujeres y quien desarrolla la profesión veterinaria, están los que leen mejor las emociones felinas, sobre todo cuando se trata de interpretar los matices de sus expresiones faciales2. Lamentablemente, el simple hecho de haber vivido con uno o más gatos o incluso de haber compartido una vida entera con estos felinos, no es suficiente para convertirse en un experto de comunicación felina3.

Leer los matices de las expresiones felinas es importante para lograr una buena convivencia, pero es especialmente importante en las interacciones más cercanas con el gato: en estos momentos, reconocer sus emociones es clave para decidir qué hacer a continuación

 

Algunas conductas sugieren que el gato está relajado y bien dispuesto a la interacción con las personas. Entre ellas hay: parpadear despacio, ronronear, restregar la cabeza contra la persona, buscar la proximidad o el contacto físico, relajarse con la barriga hacia arriba1.

En cambio, un gato que no quiere contacto o que se ha cansado del contacto que ha disfrutado hace un momento puede ser muy explícito y lanzar un zarpazo, morder a la persona, bufarle o mover la cola de lado a lado como si fuera un látigo, o puede ser más sutil, lateralizando las orejas, aplanando los párpados superiores, dejando de ronronear, mostrando pequeños espasmos en el dorso, girándose de repente hacia la mano que lo acaricia, lamiendo brevemente la zona donde ha recibido el contacto, alejándose, sacudiendo la cabeza, lamiéndose el hocico, tensando los músculos, y moviendo nervioso la punta de la cola.

Estos listados no son completos, pero representan un buen punto de partida para estudiar la comunicación felina.


Deja que tome la iniciativa

Los gatos, incluso cuando están socializados correctamente con las personas, tienden a preferir a los humanos que los dejan descansar tranquilamente y que no les persiguen si están intentando apartarse4. En otras palabras, prefieren tener el control en sus interacciones sociales. Por lo tanto, déjale la iniciativa de acercarse y establecer el contacto físico, tanto si se trata de empezar de buen pie con un gato recién adoptado como si tratas de fortalecer el vínculo con el gato con el que convives.

Sin embargo, esto no quiere decir que no puedes proponer tu disponibilidad para la interacción, p.ej. puedes acercarte sin invadir su espacio, bajarte a su altura, hablarle con suavidad, extender una mano y esperar, pero siempre sin mirarle fijamente en los ojos1,4

Aunque su belleza te “hipnotice”, una mirada menos intensa resulta menos amenazadora. Mejor aún si parpadeas despacio al mirarle, de una forma parecida a lo que a veces hacen ellos cuando nos miran. Los gatos parecen apreciar este “detalle” y no solo tienden a responder con un parpadeo lento, sino que es más probable que se acerquen5. Si, por fin, el gato se acerca y te olfatea, resiste: todavía no ha llegado el momento de tocarle.

Si quiere que le toques, te tocará el primero, restregándose. En este caso, una rascadita delicada en la región temporal (entre ojos y orejas), en las mejillas o debajo del mentón puede ser un buen inicioe6. Pero, asegúrate de que siga interesado en el contacto, haciendo pequeñas pausas y alejando la mano. ¿Qué hace? Si se acerca, es que quiere más. Si mira en otra dirección, es el momento de parar.


Si rechaza tu “proposición” y se va, perseguirle no te ayudará a conseguir que cambie de idea
, así que mejor resignarse y respetar su decisión.

Dejar que tome la iniciativa es la manera mejor para descubrir sus preferencias, reduciendo el riesgo de malinterpretar sus deseos, sobre todo si quieres acariciarlo sí o sí. 

Descubre sus preferencias y respétalas

Cada gato tiene sus preferencias en cuanto a la frecuencia y al tipo de interacción con las personas: hay los amantes de las rascaditas con la punta de los dedos, de las caricias en la dirección del pelo, del masaje con toda la mano, de los golpecitos suaves, del cepillado, los que disfrutan de dormir en el regazo de su humano favorito pero sin ser tocados, los amantes de la caricia rápida o de la maratón de mimos, los forofos de las caricias en la cabeza, en la barriga, en la base de la cola, etc.

En fin, si no conoces a un gato, mejor no dar nada por descontado: cada gato tiene preferencias que hay descubrir con pequeñas pruebas, prestando la máxima atención a sus reacciones y adaptando nuestro comportamiento a sus respuestas.

En cuanto a preferencias, hay diferencias en las zonas donde los gatos disfrutan del contacto físico. Las regiones temporales, es decir el espacio entre los ojos y la base de las orejas, generalmente provocan reacciones positivase6,7. Las mejillas y debajo del mentón son otros lugares en los que los gatos suelen disfrutar de una rascadita. Por otro lado, el dorso, los flancos, las patas y la cola provocan reacciones muy variadas entre los gatos6, mientras que la base de la cola y la barriga suelen ser zonas taboo2.

Recuerda, además, que las preferencias de un gato pueden cambiar en el tiempo. Así que ojo a sus reacciones. Además, detectar estos cambios en sus preferencias es importante ya que a veces indican que algo no va bien y el gato podría necesitar una revisión veterinaria.

Conocer y respetar las preferencias del gato es fundamental para construir una relación sólida y si la única interacción con las personas que el gato disfruta es el juego o que su humano preferido le “diga cosas”, pero sin tocarlo, no hay más remedio que aceptarlo. Además, cuando las personas aceptan a su gato por lo que es y evitan acariciarlo “contra su voluntad”, es más probable que el gato se relaje y se vuelva más afectuoso y disponible a interactuar con las personas.
 


En un estudio reciente, se ha evidenciado que el hecho de seguir directrices precisas a la hora de interactuar con un gato desconocido mejora considerablemente la satisfacción del gato en la interacción con el humano: con las personas que respetan las directrices, los gatos se muestran de “mejor humor”, más amistosos y más disponibles al contacto; en cambio, un acercamiento más “intrusivo” tiende a generar más conflictos, agresividad y "mal humor"2

Las directrices empleadas en este estudio han sido denominadas CAT (gato, en inglés), donde la C está por deja al gato el Control de la interacción, A está por presta Atención a su postura y comportamiento durante la interacción y T está por Toca solo sus zonas favoritas: base de las orejas, mejilla y debajo del mentón están encima a la lista de las zonas favoritas de la mayoría de los gatos.  


Ten paciencia y mantén la calma

Cuando estás intentando ganarte la confianza de un gato, las prisas te pueden jugar una mala pasada y puedes acabar “presionando” al gato cuando todo lo que necesita en este momento es tiempo para relajarse. Sobre todo si acaba de llegar a tu casa, el gato tiene un largo listado de tareas: acostumbrase a su nuevo espacio y sus nuevos olores, conocer a sus habitantes, tanto a los de dos como de cuatro patas, adaptarse a su nueva rutina, etc. Su cuerpo y su mente están intentando adaptarse y puede necesitar tiempo: el estrés no es un buen aliado cuando se trata de empezar de buen pie una relación y “forzar” el contacto no ayudará a recortar los tiempos necesarios para que se adapte a su nueva casa. 


Si no quiere que le
toquen, tocarlo "a traición"
mientras duerme o está
distraído jugando no
mejorará la situación.
Lo mismo ocurre si
no le gusta que le cojan
en brazos, pero no puedes
resistir la tentación de abrazarlo
 y levantarlo del suelo.


Además, los gatos que no disfrutan del contacto, pero no son “explícitos” en su rechazo (desde el punto de vista humano claramente) tienden a tener niveles de estrés más elevados que los gatos que con su conducta “mantienen a raya” los humanos más expansivos8.

Además, es importante que no te pongas nervioso si el gato no muestra interés en relacionarse contigo: los gatos son sensibles a los indicios de nuestra voz o de nuestra expresión facial que sugieren un estado emocional negativo como el enfado9.

Resumiendo… actuar con calma y paciencia será el camino más rápido para conquistar su confianza

Ten expectativas realistas

La tendencia de un gato a confiar en los humanos y su posibilidad de relajarse y disfrutar de una sesión de mimos dependen, en gran parte, de lo que un gato ha vivido cuando era un gatito. 

Las experiencias agradables con diferentes tipos de personas que el gatito ha vivido durante la etapa de socialización, entre la 2ª y la 7ª semana de vida, tendrán un efecto duradero sobre lo que un gato se espera de un humano, tanto en sentido positivo como negativo10,11.

Esto quiere decir que algunos gatos podrían no estar listos nunca para establecer una relación estrecha con un humano. 

No te olvides del juego y del entretenimiento

Un gato afectuoso puede ser motivo de gran satisfacción para quien vive con un gato12, pero los mimos no son la única forma de relacionarse con un gato. El juego puede ser de gran ayuda para construir y mantener una relación armoniosa con tu gato13 y se puede decir lo mismo del entrenamiento. 

Crear el ambiente ideal para promover el comportamiento ideal del gato en casa y reforzar positivamente las conductas que más nos interesan son fundamentales para comunicar de manera efectiva con el gato y mantener con él una buena relación.

Resumiendo, la confianza de un gato se conquista poco a poco y desde el primer momento en el que pone una pata en tu casa y se mantiene en el tiempo con un comportamiento coherente y respetuoso de sus preferencias.

Lamentablemente, conocer y seguir todos los pasos para construir una buena relación con un gato no siempre es garantía de éxito. Por lo tanto, si necesitas ayuda, ponte en contacto con un especialista que te pueda seguir paso a paso, mientras, junto con tu gato, aprendes a construir una relación armoniosa, basada en la confianza recíproca.

Bibliografia consultada:

1. Ellis, S. L., Rodan, I., Carney, H. C., Heath, S., Rochlitz, I., Shearburn, L. D., Sundahl, E., & Westropp, J. L. (2013). AAFP and ISFM feline environmental needs guidelines. Journal of feline medicine and surgery, 15(3), 219-230.
2. Haywood, C., Ripari, L., Puzzo, J., Foreman-Worsley, R., & Finka, L. R. (2021). Providing Humans With Practical, Best Practice Handling Guidelines During Human-Cat Interactions Increases Cats' Affiliative Behaviour and Reduces Aggression and Signs of Conflict. Frontiers in Veterinary Science, 835.
3. Dawson, L., Niel, L., Cheal, J., & Mason, G. (2019). Humans can identify cats’ affective states from subtle facial expressions. Animal Welfare, 28(4) 519-531.
4. Mertens, C., & Turner, D. C. (1988). Experimental analysis of human-cat interactions during first encounters. Anthrozoös, 2(2), 83-97.
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6. Soennichsen, S., & Chamove, A. S. (2002). Responses of cats to petting by humans. Anthrozoös, 15(3), 258-265.
7. Ellis, S. L. H., Thompson, H., Guijarro, C., & Zulch, H. E. (2015). The influence of body region, handler familiarity and order of region handled on the domestic cat's response to being stroked. Applied Animal Behaviour Science, 173, 60-67.
8. Ramos, D., Reche-Junior, A., Fragoso, P. L., Palme, R., Yanasse, N. K., Gouvêa, V. R., ... & Mills, D. S. (2013). Are cats (Felis catus) from multi-cat households more stressed? Evidence from assessment of fecal glucocorticoid metabolite analysis. Physiology & behavior, 122, 72-75.
9. Quaranta, A., d’Ingeo, S., Amoruso, R., & Siniscalchi, M. (2020). Emotion recognition in cats. Animals, 10(7), 1107.
10. Karsh E. B., & Turner D. C. (1998). The human-cat relationship. In: Turner y Bateson (eds) The domestic cat: the biology of its behaviour. Cambridge University Press, Cambridge, pp.67-81.
11. Casey RA, Bradshaw JWS, 2008. The effects of additional socialisation for kittens in a rescue centre on their behaviour and suitability as a pet. Applied Aninal Behaviour Science 114, 196-205.
12. Normando, S., Venturini, T., Filugelli, L., Bonetti, O., Mutinelli, F., & Contalbrigo, L. (2022). Cat-human bond: Satisfaction and behavioural complaints among Italian respondents. Applied Animal Behaviour Science, 256, 105749.
13. Henning, J. S. L., Nielsen, T., Fernandez, E., & Hazel, S. (2022). Factors associated with play behavior in human-cat dyads. Journal of Veterinary Behavior, 52, 21-30.

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