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¿Cómo conseguir que nuestros gatos jueguen más? ¿Cómo conseguir que nuestros gatos jueguen más?

Gabriella Tami Doctora en Veterinaria y Máster en Etología
Publicación: 09/03/23
Cómo conseguir que nuestros gatos jueguen más

Que nuestros gatos muestren un aparente desinterés o falta de ganas de jugar es algo que nos puede preocupar.

En los gatos, el juego con un juguete y la caza comparten una misma motivación1 y, al ser depredadores, nunca dejan de tener interés por una posible presa. revisar los puntos en los que la sesión de juego podría no ser la correcta para él. Sin darnos cuenta, podríamos estar acercando demasiado el juguete al hocico o no dejarle atrapar a su presa.

Los gatos tienen varios tipos de juego: el social, el predatorio o el típico juego solitario que solemos describir como un momento de "locura". Jugar con él es algo que nos ayudará a reforzar nuestro vínculo.

En el juego interactivo, el objetivo del juego no es cansarle físicamente sino entretenerle y satisfacer su necesidad de cazar: debemos organizar varias sesiones al día de unos minutos de duración y alternar movimientos lentos con otros más rápidos.

Los movimientos más lentos pueden incluir paradas y sirven para que nuestros gatos observen a su presa y se puedan aproximar lentamente a ella, sobre todo en la fase inicial del juego.

Los movimientos más rápidos contribuyen a aumentar su nivel de excitación: para aumentar la intensidad del juego podemos mover el juguete en el espacio vertical propiciando que nuestro gato salte y trepe.

 

En estos desplazamientos la “presa” debería también buscar un escondite: un juguete que se ha quedado medio escondido detrás de un cojín o debajo de una manta, como si fuera una presa en la entrada de su madriguera, es casi irresistible para nuestros gatos . Para ello, pon algún obstáculo en el campo de juego a la espera de que el gato decida el mejor momento para abalanzarse sobre su presa.

Para que el gato juegue solo, debemos tener una serie de juguetes distintos entre sí, sin dejárselos al alcance: debemos realizar una rotación de los juguetes que le dejamos a disposición, tanto de los que usas para el juego solitario como para el juego interactivo. También podemos cambiar los lugares donde les dejamos estos juguetes, ya que nuestro gato se los encontrará en sitios diferentes como si fueran presas de verdad. Si es sensible al catnip, a la valeriana o al matatabi, podemos dejarle a su disposición juguetes que los contengan. 


También podemos probar con juguetes automáticos o dispensadores de comida, aunque tendremos que mantener la supervisión mientras nuestro gato lo utilice.

Para fomentar el juego con objetos, podemos organizar sesiones de juego interactivo en las que movemos un juguete tipo caña de pescar o un plumero cambiando dirección y velocidad como haría una presa huyendo de nuestro gato. Como alternativa, podríamos organizar una sesión de juego interactivo lanzando los juguetes para el juego solitario para que nuestro gato los persiga.

En el caso de tener un jardín o zona exterior, debemos tratar de organizar sesiones de juego exteriores, ya que nos ayudan a que el juego interactivo pueda ser muy estimulante, lleno de nuevas sensaciones y posibilidades.

Si tenemos la posibilidad, debemos organizar las sesiones de juego antes de sus comidas ya que es un buen momento para nuestros intentos de jugar sean exitosos. El “estómago vacío” aumenta el juego del gato con objetos pequeños, aunque no sean ratones, e incrementa también el interés y acecho de juguetes de mayor tamaño1.

Debemos adaptarnos a cada nueva fase de la vida del gato. En el caso de gatos mayores o con alguna limitación física, debemos mover el juguete más despacio para que perciban la presa como más accesible y se motiven más a la hora de intentar atraparla. Colocar rampas para que trepen más fácilmente y evitar saltos son otros cuidados que pueden hacerle disfrutar de un juego adaptado a sus características.

Aleja el juguete del gato, tanto en línea recta como perpendicularmente a su posición. Cuando vuelves a acercar el juguete al gato, es mejor hacerlo más despacio y sin seguir una trayectoria recta, como si fuera una presa despistada que no se ha dado cuenta de la presencia de un depredador al acecho.

Cosas que no debemos hacer al jugar con nuestro gato

 



Al presentarle un juguete nuevo, no debemos acercárselo al hocico para que lo explore: debemos moverlo desde lejos y esconderlo detrás de algún obstáculo. Si el gato parece no responder, debemos repetir los mismos pasos cambiando la trayectoria o el obstáculo y añadiendo algún ruido tipo crujido.

No debemos tocar a nuestro gato durante el juego ni siquiera para darle una caricia: un depredador concentrado en su presa no está para caricias.

No debemos quedarnos con un tipo de juego: debemos explorar las preferencias de nuestros gatos en cuanto a juguetes, estilo de juego y probar con aromas vegetales que puedan estimularle y generarle interés. Por ejemplo, gatos tímidos e inseguros pueden preferir juguetes de tamaño pequeño o muy pequeño; poco ruidosos; que no se muevan de forma frenética, y que puedan cazar sin salir de su zona de seguridad como podría ser, por ejemplo, debajo de un mueble.

No dejar que atrape y muerda su trofeo de vez en cuando. La presa sí que puede volver a huir en un momento de despiste.

No tener en cuenta los aspectos fundamentales para el juego de nuestros mininos: cuando compremos juguetes comerciales o preparemos versiones caseras, debemos tener en cuenta su tamaño, forma, superficie, sonido, novedad, y, a poder ser, la posibilidad de sufrir algún cambio bajo los ataques del gato y realizar movimientos erráticos.

No tener en cuenta la rotación, rotación y rotación. Hablamos de rotación de juguetes a lo largo de la semana. Para ello, si nos cuesta realizarla, podemos preparar una tabla con los juguetes que tocan cada día de la semana para hacer la rotación de juguetes óptima para nuestro gato.


Los gatos se atreven con presas más grandes y potencialmente peligrosas cuando tienen más hambre2. Los juguetes que simulen estas presas más grandes pueden servir para que el gato los agarre y los muerda mientras los golpea con las patas traseras.

Debemos evitar, o evitar que jueguen solos con los juguetes que se puedan romper en trozos pequeños ya que nuestro gato podría ingerirlos.

 

Para que nuestro gato goce de un buen bienestar, debemos organizar un espacio de juego libre de preocupaciones para las sesiones de juego de nuestro gato sean más efectivas.

Además de realizar sesiones de juego por pura diversión, es importante recalcar que una buena sesión de juego se puede usar también como herramienta para lograr que nuestro gato supere sus miedos

Si la presencia de otro gato le cohíbe, podemos organizar sesiones de juego en habitaciones diferentes o en la misma habitación en alturas diferentes, para que cada uno se sienta libre de jugar. Por ejemplo, podemos colocar a uno en el suelo y el otro encima del sofá o dejando espacio suficiente entre ellos. 

Debemos controlar regularmente sus hábitos de juego: un cambio en estos hábitos puede dar pistas sobre su salud física y emocional

Con estas indicaciones, deberíamos poder ayudar a nuestros gatos para que saquen su instinto más juguetón. Comparte con nosotros tu experiencia, recomendaciones o recetas de juguetes caseros a través de nuestra página de Instagram

Bibliografía consultada:

1. Hall, S. L., Bradshaw, J. W. (1998). The influence of hunger on object play by adult domestic cats. Applied Animal Behaviour Science, 58(1-2), 143-150.
2. Biben, M. (1979). Predation and predatory play behaviour of domestic cats. Animal Behaviour, 27, 81-94.

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