Sí, lo que sentimos por ellos es amor.
Un inmenso e inexplicable amor.
Que te transforma. Que se disfruta. Que se vive.
Un amor que no se puede juzgar, porque aunque sean animales nos hacen más humanos.
Nos hacen la vida mejor.
Porqué aunque algunos no lo entiendan, nos transforma, y nos hace más humanos.