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El rascado con las uñas: una verdadera necesidad, si eres gato El rascado con las uñas: una verdadera necesidad, si eres gato

Gabriella Tami Doctora en Veterinaria y Máster en Etología
Publicación: 14/07/23
El rascado con las uñas de los gatos

Una de las conductas felinas más comunes y a veces un tanto incómoda para nosotros, los humanos, es el rascado. Si tienes un gato, seguramente sabrás de lo que estamos hablando. Y es que, los gatos tienen la costumbre de rascar con sus uñas unas 3-4 veces al día1. ¡Todos lo hacen! No importa si es macho o hembra2, esterilizado o no, e incluso si tiene acceso al exterior o no3, el rascado es una necesidad innata para ellos. Incluso, los gatos comienzan a rascar desde muy temprana edad, con tan solo 5 semanas de nacidos ya rascan4.

Si el rascado está siendo un problema para ti, no te preocupes porque desde Ultima te mostraremos porqué es tan importante rascar para un gato y cómo puedes intentar dirigir esta conducta hacia lugares ideales tanto para tu gato como para ti.

¿Por qué los gatos rascan?

Lo primero que debes tener en cuenta es que rascar está en su naturaleza, pero no lo hacen solo por un motivo. Es importante que prestes atención a tu gato al rascar, así te podrás dar cuenta de que puede haber motivaciones diferentes detrás de esta conducta. En algunas ocasiones el gato parece disfrutar de sus momentos de rascado, mientras que en otras puede mostrarse más tenso e irritable. De hecho, el rascado tiene tres funciones principales: mantener las uñas en condiciones, estirar los músculos y marcar el territorio.

Mantener las uñas afiladas y listas para el uso5, las uñas de los gatos están aplanadas lateralmente y, a medida que crecen, sus capas más superficiales tienden a separarse de las más profundas y caen, dejando al descubierto uñas más jóvenes y afiladas. El rascado favorece este proceso, aunque su rol no es esencial en la renovación de las uñas ya que las vainas externas de las uñas pueden caer incluso solas o cuando, durante el acicalado, el gato estira de ellas con los dientes6.

Pero tener las uñas listas para el uso va más allá de tenerlas simplemente bien afiladas: las uñas felinas son retráctiles y para asegurar el buen funcionamiento de los músculos que se encargan de sacarlas y enfundarlas, hay que ejercitarlos y el rascado es una buena manera para hacerlo7. Solo así el gato podrá contar con unas garras en condiciones para poder cazar, defenderse o trepar a algún lugar elevado. ¡Si encuentras una por casa no te alarmes, lo más probable es que sea una vaina superficial y que tu gato siga teniendo todas las uñas en su sitio!

Estirar los músculos de las extremidades y de la espalda, sobre todo después de un periodo de descanso8. No es por casualidad que la mayoría de los gatos se afile las uñas nada más levantarse.

Dejar marcas de su presencia en el ambiente: Al clavar las uñas en reiteradas ocasiones en una misma superficie, los gatos acaban dejando una marca visual, cuyo tipo de agujero varía según el material de la superficie rascada. Así nos queda claro que el gato ha pasado por allí y ha dejado un mensaje9. Además de dejar esta señal visual, el gato también deposita secreción de las glándulas ubicadas entre sus dedos y en las almohadillas10. Estas marcas visuales y olfativas tienden a permanecer en el ambiente y a comunicar a otros gatos que el territorio ya está ocupado11, refuerza el mensaje relativo a su presencia en el territorio12 

Para los gatos es muy importante dejar estas marcas, especialmente porque son animales solitarios y el hecho de encontrar un gato desconocido en el camino podría significar un gran problema13. Un posible “cara a cara” con otro gato podría ser muy peligroso, es por eso que los gatos disponen de otras dos maneras para dejar marcas olfativas en su territorio: rociar su orina y restregar la cabeza en diferentes elementos del ambiente, incluidas las personas (marcaje facial)14.

Más allá de lo importante que es para tu gato marcar territorio mediante rascado, esta función también tiene un efecto tranquilizador sobre ellos15, además, les sirve como punto de referencia para orientarse en el espacio16.

Dada la importancia para los gatos de marcar, no es de extrañar que la tendencia a dejar marcas en el ambiente aumente en respuesta al estrés, debido por ejemplo a tensiones con otros gatos de la familia, a la presencia de nuevos olores o cambios en el espacio de un gato17. Ten en cuenta que un gato puede entrar en un estado de alerta en situaciones que podrían pasar desapercibidas para nosotros, como la presencia de un gato desconocido que se pasea fuera de la ventana.

 

Un consejo

Si notas que el rascado de tu gato cambia de forma repentina y empieza a rascar con más frecuencia o extiende el rascado a nuevas superficies de la casa, sobre todo localizadas alrededor de la puerta o ventanas, significa que el estrés podría estar detrás de su comportamiento18. Un gato que no se siente seguro en su espacio podría intensificar la deposición de sus marcas tranquilizadoras mediante el rascado, además de recurrir al marcaje facial o con orina19.


El rascado también puede ser para demandar tu atención20. Esto puede ocurrir si el gato ha relacionado el hecho de rascar en determinados lugares con alguna son secuencia agradable bajo su punto de vista, como por ejemplo cuando juegan con nosotros.

Lo que jamás sería una motivación de rascado de un gato es hacerlo por venganza o travesura.

¿Qué estilo de rascado tiene tu gato?

Cada gato tiene sus preferencias a la hora de rascar, algunos rascan en vertical y otros prefieren hacerlo en horizontal; los que hacen largos movimientos de rascados y los que prefieren movimientos de las patas cortos y repetidos en el mismo punto; los forofos de la cuerda y los apasionados de la moqueta o del cartón… es decir, cada gato es diferente cuando se trata de rascar. Aun así, existen algunas tendencias generales.

 

Material para rascar. En la naturaleza los gatos rascan los árboles, concentrando sus esfuerzos en los de corteza más suave, como el olmo negro o el sauce laurifolio, y evitando los de corteza dura y lisa, como fresnos y robles, donde es más difícil clavar las uñas21. Dentro de casa, cortezas y maderas (sin pintar ni barnizar) no suelen estar disponibles y los gatos acaban explorando otros materiales para rascar. Pero ¿qué material ofrece el equilibrio perfecto entre permitir que las uñas se claven bien y retener las marcas olfativas y visuales del rascado? La respuesta a esta pregunta tiende a variar con la edad del gato.

Con pocos meses de edad, el cartón parece despertar más interés que otros materiales22. En cambio, entre los gatos adultos, las preferencias en cuanto a material van de la cuerda (o sisal), a la moqueta y al cartón y para los mayores de 10 años, es la moqueta lo más apreciado, seguido por la cuerda y finalmente por el cartón23. Y a pesar de que el sofá esté en el “top 10” de los muebles más arañados de la casa, los gatos no muestran una especial predilección para los rascadores cubiertos con tela de sofá24.


Modelo y orientación del rascador. Los gustos son gustos, pero en general, entre rascadores verticales y horizontales, la mayoría de los gatos optan por rascar en vertical25.

En la comparación entre diferentes modelos, las torres para gatos con dos o más niveles y los postes verticales cubiertos de cuerda son los favoritos de los gatos26. En el extremo opuesto están los rascadores colgados en la pared y los árboles rascadores con un solo nivel27, mientras que en posición intermedia se encuentran los rascadores horizontales y los que tienen superficie inclinada. 

Sin embargo, para los gatitos los rascadores que reúnen más consensos son los de superficie ondulada, que suelen ser de cartón28.

Ubicación. Los gatos no tienden a rascar en los bordes de su territorio ni lo hacen en lugares escondidos. El rascado tiene una importante función de comunicación entre gatos y, por este motivo, los gatos arañan lugares destacados que forman parte de sus rutas habituales dentro del territorio29. Esto se suele traducir en marcas bien “a la vista” en lugares muy frecuentados de la casa como la cocina y el salón.

Atrayentes. La Nepeta cataria y la Actinidia polygama son dos plantas muy populares entre los gatos. Se conocen también como catnip o hierba gatera y silver vine o matatabi, respectivamente. Las sustancias contenidas en estas plantas son muy efectivas para despertar el interés de los gatos hacia los rascadores, aumentando tanto la frecuencia como la duración del rascado en las superficies donde se han empleado30. Su eficacia para atraer al gato es incluso superior a la del análogo sintético de las feromonas interdigitales felinas, es decir de las sustancias que los gatos dejan naturalmente después de haber rascado y que motivan su vuelta al mismo sitio una y otra vez31.

A pesar del éxito del catnip en los gatos adultos, en el caso de los gatitos, no se puede emplear para atraerlos hacia el rascador32. Con menos de 3 meses, los gatitos no muestran aun la típica reacción entusiasta al catnip que se observa en muchos gatos adultos33. El catnip tampoco sirve para fomentar el uso del rascador en los gatos, que incluso de adultos, no parecen mostrar una reacción evidente al catnip.

¿Y si prefiere el sofá al rascador?

Aunque tener los reposabrazos del sofá deshilachados o la alfombra destrozada no está en la lista de los deseos de quien ha decidido compartir su casa con un gato, las estadísticas sugieren que tener algún desperfecto en paredes, muebles y decoración de la casa debido al rascado del gato es bastante común34. Cuando se trata de lugares y materiales inadecuados para rascar (claramente bajo el criterio del humano que vive con el gato), los que reúnen más consensos entre los gatos son: 

1. Alfombras y muebles cubiertos de tela, en la categoría de “objetos preferidos”.

2. Vertical, en la categoría de “orientación favorita para afilarse las uñas”.

3. Telas y moquetas, en la categoría de “material elegido para rascar”35. Además, entre los materiales, los gatos parecen mostrar cierta preferencia para afilarse las uñas en la chinilla, mientras que la piel sintética y la tela otomana impermeable son los que llaman menos su atención a la hora de rascar36.


El hecho de haber habilitado un lugar específico para que el gato se afile las uñas no siempre es garantía de que el gato concentre su rascado allí37, puede incluso ocurrir que el “lugar habilitado” esté en la misma habitación del objeto arañado, a menudo a menos de 1,5 m de distancia de la alternativa que el gato ha escogido por iniciativa propia38.

Las quejas relativas al rascado del gato se suelen concentrar durante su primer año de vida39, cuando el gatito está en plena actividad y todavía está explorando diferentes opciones para afilarse las uñas y dejar sus mensajes olfativos. En cambio, las quejas sobre rascado inadecuado disminuyen con el tiempo ¿Será por qué con los años el gato se vuelve menos activo y duerme más? O ¿por qué debido a alguna molestia física le resulta incómodo rascar como hacía antes? O ¿ya está muy asentado en su espacio y no necesita reafirmar su presencia dejando tantas marcas visuales y olfativas?40 El motivo exacto puede ser objeto de especulaciones, pero el hecho es que, a partir de los 7 años, quien vive con un gato refiere menos episodios de rascado fuera de los lugares “adecuados”41.

Aunque el rascado en lugares inadecuados sea una de las principales quejas de quien vive con un gato, pocas personas piden ayuda a un profesional para intentar lidiar con la situación42. Y en algunos casos quien vive con el gato “tira la toalla” y pone punto final a la convivencia con el gato debido a los hábitos de rascado de su minino43.


Al ser una conducta
tan importante para
los gatos, intentar
evitar que el gato
rasque no solo es una
batalla perdida desde
el principio, sino que
puede suponer una
amenaza para su
bienestar.


La buena noticia es que disponemos de muchas herramientas que pueden ayudarnos a lograr que el gato desarrolle hábitos de rascado que no pongan en jaque la decoración de la casa.

Las 4 cosas que debes evitar si quieres fomentar el rascado "adecuado" en tu gato

 

Si acabas de comprar un rascador para tu gato y estás impaciente de ver cómo reaccionará al encontrarlo, coger al gato y depositarlo cerca del rascador para acelerar los tiempos es una muy mala idea, que podría tener justo el efecto contrario44. Cogerle las patas y moverlas encima del rascador podría ser incluso peor, provocando el rechazo definitivo del rascador nuevo45.

El hecho de depositar la secreción de sus glándulas interdigitales en el rascador insta al gato a volver día tras día al mismo lugar para renovar sus marcas olfativas. En cambio, encontrar en el rascador la secreción de sus glándulas faciales puede desmotivar el uso del rascador para afilarse las uñas46. De hecho, para proteger algunas superficies del rascado inadecuado, se puede recurrir estratégicamente a los análogos sintéticos de las feromonas faciales del gato. Por este motivo, rociar el rascador con feromonas faciales felinas no es una buena idea47.

Reñir al gato, intentar asustarlo con ruidos fuertes, rociarlo con agua, apartarlo físicamente o recurrir a otras formas de castigo no es efectivo para lograr que el gato deje de rascar48. Y no solo esto, sino que los castigos pueden aumentar la inseguridad del gato y su necesidad de rodearse de sus marcas tranquilizadoras49: pero entonces, si el gato tuviera demasiado miedo para volver a rascar sus sitios de siempre, podría dejar sus marcas en nuevos lugares de la casa50. Más allá de no ser una medida eficaz para controlar el rascado inadecuado, el uso de castigo puede provocar reacciones agresivas, incluso severas, del gato hacia las personas51  y puede comprometer seriamente el vínculo del gato con su humano. No está demás decir que recurrir al castigo está totalmente contraindicado.

Olvidarte de su necesidad de rascar y dejar marcas visuales y olfativas en su espacio, escoger mal su rascador, o escogerlo bien, pero colocarlo en un lugar inadecuado llevan todos al mismo desenlace: el gato acabará seleccionando libremente la superficie que le parezca más apropiada para su rascado. Los mensajes olfativos que el gato deja en su espacio son muy importantes para que se sienta seguro52. Por eso es tan importante proporcionar áreas para que el gato deje sus marcas olfativas y preservarlas, evitando cubrir el olor del gato con otros aromas o evitando eliminarlo con productos de limpieza. ¡De no respetar el delicado sentido del olfato del gato, acabarás fomentando el rascado en lugares inadecuados!

Cómo fomentar un rascado "adecuado"

Hagas lo que hagas, su tendencia al rascado no va a desaparecer, así que más vale que te concentres en las maneras de convencer a tu gato de que rasque en los lugares de la casa adecuados para ambos.

  • Proporciónale un sitio para rascar: cuando hay un rascador en casa, es probable que el gato lo acabe utilizando53. Si no conoces aún sus preferencias, ofrécele más de una opción en cuanto a modelo (p.ej. verticales u horizontales, tipo postes o planos), material (p.ej., cuerda, cartón, moqueta, madera) y ubicación.

  • El rascador ideal para la mayoría de los gatos es vertical, incluye cuerda como sustrato, es bastante altos como para que el gato quepa todo una vez estirado, es decir mide mínimo 90 cm de alto, y tiene dos o más niveles54. Aunque esta descripción sea un buen punto de partida para explorar las preferencias de tu gato, recuerda que “ideal para la mayoría” no quiere decir “ideal para tu gato” y tú eres la única persona que puede averiguar sus preferencias.

  • Asegúrate de que la superficie de rascado sea estable55, como lo estables que son los árboles que los gatos usan para afilarse las uñas en la naturaleza: un movimiento del rascador en el momento inadecuado y el gato puede acabar rechazando el rascador.

  • Coloca los rascadores en los lugares de paso que el gato utiliza cada día, cerca de sus lugares de descanso56 y cerca de alguna ventana57. También hay que prestar atención a los lugares que, aunque nos parezcan inadecuados, han sido elegidos por el gato para afilarse las uñas58: aunque no lo compartamos ni lleguemos a entenderlo, por algún motivo, esos lugares le gustan para marcar su territorio.

  • Cuando se trata de proporcionar rascadores a tu gato, mejor abundar que quedarse cortos. Hay menos quejas de rascado inadecuado si el gato dispone de muchos lugares adecuados donde rascar59.

  • Cuando tengas todo preparado, deja que el gato tome la iniciativa y explore el nuevo rascador a su ritmo. Si quieres acelerar el proceso, puedes: 
      · Aplicar catnip o matatabi en la superficie donde quieres atraer al gato60.
      · Jugar con un juguete en la superficie del rascador
      · Premiar la elección del gato de acercarse al objeto nuevo o de utilizarlo para afilarse las uñas61. En general, quien refuerza el rascado de su gato en las superficies idóneas se queja menos de episodios de rascado inadecuado62.

    Una vez el gato haya empezado a usar el rascador, volverá allí día tras día para renovar sus marcas.

  • Si, a pesar de tus esfuerzos, el gato no parece especialmente entusiasta del nuevo rascador, explora otros tipos y estilos de rascadores.

  • Si sospechas que algún elemento de tu mobiliario tiene todos los números para atraer la atención de tu gato y convertirse en su nuevo “rascador” ☹, es mejor prevenir que buscar soluciones una vez que el gato ya ha desarrollado una preferencia inadecuada. Limitar el acceso a estas superficies sin que estés presente, colocar encima algo que no corresponda a las preferencias de rascado del gato, p.ej. una manta, fomentar en ese lugar actividades alternativas al rascado, como descansar o comer, o pulverizar feromonas faciales felinas son todas medidas que pueden mantener las garras del gato alejadas de estos elementos y pueden ser de ayuda mientras el gato desarrolla los hábitos de rascado adecuado63.

  • Otra medida que puede ayudar a evitar el rascado inadecuado es cuidar del bienestar del gato en general: si apareciera alguna situación estresante, es importante intervenir tempestivamente para proteger al gato y, si no sabes cómo, pedir ayuda a un veterinario etólogo puede ser determinante.

  • Y ¿si uno de sus viejos rascadores “cae en pedazos” y urge poner uno nuevo?  Ten en cuenta que los rascadores que un gato ha usado durante mucho tiempo tienden a ser muy valiosos para él64, así que la necesidad de remplazarlo es más humana que felina. En todo caso, el remplazo se tiene que hacer de forma gradual, colocando el nuevo rascador al lado del viejo y cuando el gato ya ha introducido el nuevo elemento en su rutina de rascado se puede proceder a la eliminación del viejo.

  • En este proceso de fomentar el rascado adecuado, cortarle las uñas y ponerle fundas de goma en las uñas pueden ser de ayuda para limitar los daños a los muebles en el caso de que el gato empiece a rascar en lugares inapropiados65. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ambas manipulaciones se tienen que repetir con frecuencia para tener cierta eficacia: las uñas crecen continuamente y las fundas periódicamente se desprenden (cuando caiga la vaina externa de la uña). Por esta razón, es fundamentar acostumbrar al gato a recibir este tipo de manipulación desde pequeño, asociando la colocación de las fundas o el corte de uñas con algo agradable, como la comida. Además, no hay que olvidar que tener las uñas cortadas o “enfundadas” puede ser peligroso si el gato sale al exterior: no disponer de unas uñas en condiciones puede dejarlo desamparado en situaciones donde necesite sus garras para defenderse o refugiarse en un lugar elevado.

Convivir con un gato sin tener muebles o alfombras arañados es posible. Si todavía te queda alguna duda sobre cómo lograrlo, un profesional te puede ayudar a despejarlas. Recuerda que el rascado es mucho más que una manicure para tu gato, su bienestar depende de ellos. (Además de muchas cosas más).

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