Etapas de vida

Lo que necesita tu gato ahora que es adulto Lo que necesita tu gato ahora que es adulto

Gabriella Tami Doctora en Veterinaria y Máster en Etología
Qué necesita un gato adulto

La edad de tu gato marca tanto su nivel de energía y necesidad de actividad, como su nutrición y su comportamiento. Descubre cuáles son los principales aspectos que debes conocer cuando un gato entra en su etapa adulta.

¿Con cuántos años es adulto un gato?

A lo largo de su vida, tu gato pasará por etapas muy diferentes: empezará como un gatito, se convertirá en un gato joven o junior, luego en un adulto y finalmente en un gato senior. A medida que pase de una etapa a la siguiente, su organismo y su comportamiento cambiarán.

De todas estas etapas, la adulta es la más larga de la vida de un gato y va desde el año hasta los 10 años. Conocer las peculiaridades de esta etapa es fundamental para adoptar hábitos saludables que te ayudarán a mantenerlo en forma y feliz.

 


Características de un gato adulto

En esta etapa el gato no sufre los cambios marcados que ha tenido en las etapas anteriores, tanto en el físico como en el comportamiento. Aun así, el ritmo metabólico del gato disminuye y podría coger peso si no se escoge la alimentación idónea y se fomenta la actividad. Además, el gato se convertirá en un adulto desde el punto de vista social con 2-3 años, razón por la cual hasta entonces podríamos asistir a cambios en su manera de relacionarse con el entorno social.

En esta etapa es importante:

  • Seguir controlando su estado de salud mediante controles periódicos.
  • Revisar su peso.
  • Observar su comportamiento por si apareciera algún cambio inesperado.
  • Elegir la alimentación idónea.
  • Estimular la actividad física y seguir asegurándose que el ambiente tanto físico como social sea idóneo.

¿Qué alimentación necesita un gato adulto?

Elegir una nutrición adaptada a las necesidades concretas de tu gato en esta etapa es básico para su salud y su bienestar. 


Nutrición:

En este cambio de etapa de junior a adulto es importante elegir una dieta específica que cumpla los siguientes requisitos:

 

Energía adaptada a sus necesidades. En caso de que tu gato esté esterilizado, te recomendamos productos adaptados, con fibra y un nivel moderado de grasas y calorías, que le ayudarán a controlar su peso.

Proteínas de calidad para que mantenga una condición corporal ideal.

Niveles correctos de vitaminas y minerales para mantener su vitalidad.

Ácidos grasos esenciales omega 6, como el ácido linoleico, para cuidar su piel y pelo.

 

Con una dieta adaptada a las necesidades nutricionales de tu gato adulto y con ingredientes de alta calidad para una fácil digestión, le ayudarás a mantenerse sano, con un pelo brillante y una piel cuidada.

Además de la alimentación... ¿Qué cuidados necesitará?

Aparte de cubrir sus necesidades nutricionales tendrás que atender sus necesidades ambientales, conductuales y de interacción.

Proporciona un espacio seguro. Para darle seguridad, hay que proporcionar varios lugares en la casa donde se pueda refugiar: desde un espacio debajo de una cama o detrás de un armario a una caja de cartón, un transportín abierto o incluso una estantería donde el gato se pueda esconder parcialmente. Estos lugares seguros deberían estar repartidos por toda la casa y estar siempre a disposición del gato. Algunos refugios se pueden convertir en lugares de descanso y habría que poner allí material acolchado para que el gato pueda disfrutar de un buen descanso. Más allá de los escondites, el gato debería disponer de recorridos seguros para moverse con tranquilidad por casa.

Otro aspecto importante para que un gato se sienta seguro es respetar las marcas olfativas que deja frotándose en el ambiente y rascando con las uñas. Al mismo tiempo hay que evitar colocar objetos nuevos u olores desagradables para el gato cerca de las zonas donde el gato duerme, come y juega es decir en los lugares donde se siente más seguro.

Cuando un gato no se siente seguro en su espacio o está sometido a situaciones que percibe como peligrosas sin tener la posibilidad de refugiarse puede mostrar cambios en el comportamiento que alertan del problema. Los comportamientos pueden variar según el gato: orinar fuera de la bandeja, mostrarse ariscos, esconderse, reaccionar con agresividad son ejemplos de cambios que puedes observar, con lo que hay que estar atento a estas señales.

Proporciona un espacio que le ofrezca la posibilidad de “comportarse como un gato”. A continuación, encontrarás algunos ejemplos:

  • Los gatos no tienden a beber cerca de donde comen ni tienden a dormir, comer o beber cerca de donde hacen sus necesidades… en otras palabras, hay que distanciar los recursos del gato, distribuyéndolos en diferentes partes de la casa.
  • Los gatos prefieren ejercer control sobre el ambiente: colocar varios bebederos, comederos, camitas, escondites, areneros, etc. en diferentes partes de la casa, le permitirá tomar sus decisiones. Este aspecto es fundamental si en la casa viven otras mascotas.
  • Los gatos aman evitar que una situación peligrosa los pille desprevenidos. Por esta razón, separa bebederos y comederos de las paredes, pon lugares de descanso elevados y coloca el arenero en una esquina. De esta forma, incluso en los momentos de mayor vulnerabilidad, el gato puede controlar que nadie de acerque sin que se haya dado cuenta.
  • Los gatos se mueven en las tres dimensiones del espacio y a menudo se refugian en las alturas para protegerse o simplemente para observar el ambiente. Si todavía no lo has hecho, mira de qué manera puedes desarrollar la dimensión vertical de tu casa.
  • Los gatos necesitan afilarse las uñas. Lo hacen una media de 6 veces al día. Si no disponen de un lugar ideal, acabarán rascando superficies que te gustaría proteger.

Un ambiente que no satisface las necesidades del gato es una fuente de estrés y puede comprometer de manera significativa su bienestar.

Proporciona ocasiones de juego. Los gatos necesitan jugar y aunque con la adultez empieza a bajar progresivamente su actividad, sus ganas de jugar no cesarán nunca.  Además, el juego es un parámetro bastante fiable para evaluar su nivel de bienestar.  
Para estimular el juego tienes varias posibilidades:

  • Compra juguetes dispensadores de comida o prepara versiones caseras de los mismos.
  • Lanza granos de comida para que el gato los cace.
  • Proporciona juguetes para el gato juegue solo y realiza una rotación para evitar que se aburra: cada gato tiene sus preferencias, pero los juguetes más populares son los que tienen tamaño de un ratón, son ligeros y tienen pelo o plumas en la superficie. Algunos juguetes contienen el extracto de algunas plantas que son excitantes para algunos gatos, como el catnip, el matatabi y la valeriana.
  • Organiza sesiones de juego donde mueves un juguete que el gato tiene que cazar. 

Cada gato necesita jugar, pero si tu gato vive en un piso sin acceso al exterior, es especialmente importante que fomentes cada día su actividad física y mental con juegos.

La conducta social de los gatos varía mucho según el individuo y no podemos olvidarnos de estas diferencias. En general, hay que proporcionar interacciones positivas, consistentes y predecibles. ¿Cómo hacerlo? Hay varios tips para lograrlo: deja que el gato tome la iniciativa, evita interacciones que el gato no disfruta, descubre sus preferencias en cuanto a interacción contigo, presta atención a sus señales de incomodidad y respetalas, haz pausas durante la interacción y, en general, mejor realizar interacciones cortas, frecuentes y de baja intensidad que prolongadas e intensas.


Tu gato siempre está a tu lado, mejorando tu día a día. Con estos consejos brindarás a tu gato adulto los cuidados necesarios, respetando sus necesidades y manteniendo su vitalidad. Tu gato disfrutará de ti, si cabe, todavía más.


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Bibliografía consultada:

Ellis, S. L, et al., (2013). AAFP and ISFM feline environmental needs guidelines. Journal of feline medicine and surgery, 15(3), 219-230.

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