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El descanso de los perros El descanso de los perros

Gabriella Tami Doctora en Veterinaria y Máster en Etología
Publicación: 25/01/24
El descanso de los perros

Estás en casa y te das cuenta de lo plácidamente que duerme tu perro y te preguntas ¿cómo puede dormir tan bien? En este artículo te explicamos todas las curiosidades de su sueño y qué factores pueden condicionar su descanso. Si eres de los que duerme con él te interesará este artículo para descubrir los beneficios que te aporta y este otro para saber los pros y los contras de compartir la cama con él.

¿Cómo duermen los perros? 

Como las personas, los perros son más activos de día y tienden a dormir por la noche1. Pero el parecido entre el sueño de los humanos y de los perros acaba aquí. Nosotros solemos dormir una vez al día y lo hacemos de forma seguida durante unas 7-8 horas2. A veces tenemos un segundo momento del día en el que hacemos una siesta. En términos técnicos, nuestro sueño es monofásico y, a veces, bifásico3. Los perros, en cambio, tienen un sueño polifásico: aunque duerman más y mejor de noche, no renuncian a hacer múltiples siestas en el resto del día3,4,5. Con tantas cabezaditas, llegan a dormir una media de 10 horas2, aunque su máximo ronda las 16 horas al día6.

Sabías que...

Aunque su descanso natural es por la noche, los perros pueden adaptarse a cambios en su rutina: si la persona cambia sus horarios de trabajo, el perro puede sincronizar su actividad con la de su humano con cierta facilidad7, algo que parece resultar más difícil para nosotros8.


Mientras están descansando, los perros tienen 3 ciclos de vigilia/sueño cada hora, en los que alternan 5 minutos de vigilia con 16 de sueño9. Este último incluye una fase de sueño tranquilo o profundo y una de sueño que se caracteriza por movimientos oculares rápidos (fase más conocida por sus siglas en inglés como REM), después de la cual, los perros tienden a despertarse de forma espontánea9.  

Sabías que...

Durante la fase “REM”, los humanos soñamos. En el caso de los perros, no podemos saber con seguridad si sueñan o no, pero sabemos que en su caso muestran movimientos rítmicos de las extremidades y pueden gemir, aullar y emitir ladridos “apagados”9.


El hecho de despertarse de golpe es una manera para volver a vigilar lo que pasa a su alrededor, después de un periodo de menor reactividad. Además, mientras están dormidos, son muy sensibles a los sonidos, sobre todo cuando se trata de ladridos, pudiendo pasar rápidamente del sueño a un estado de alerta10. Su oído más desarrollado que el nuestro, su tendencia natural a despertarse muchas veces durante la noche y ladrar ante posibles peligros hacen de los perros buenos guardianes. 

Sabías que...

Su habilidad como “guardianes nocturnos” explica, al menos en parte, por qué en los inicios de nuestra relación, los primeros perros fueron aceptados cerca de los asentamientos humanos11.


¿Qué factores pueden afectar al sueño de los perros?

La edad: los cachorros de pocos meses duermen más que un perro adulto a lo largo de las 24 horas, pero algo menos durante la noche12. En cambio, los seniors duermen más que los perros adultos, tanto de día como de noche y durante el día tienden a hacer muchas siestas cortas13.


La actividad durante el día: Como en las personas, la actividad física durante el día mejora el sueño de los perros: se duermen antes, duermen más y se despiertan menos5,14,15.

El lugar de descanso: dormir en un entorno seguro facilita el inicio de su fase “REM”9, algo más difícil si duermen en un lugar que no conocen5. Además, un estado de ansiedad durante el descanso nocturno favorece la fragmentación del sueño y aumenta la probabilidad de que se queden despiertos y en alerta16. De hecho, los perros que duermen dentro de casa suelen pasar el 80% de la noche durmiendo, pero, en entornos menos seguros, la eficiencia del sueño baja: los que pasan la noche fuera duermen el 70% de la noche si el espacio es vallado y el 60% si el espacio está sin vallar9. Más allá del lugar, cuando descansan con el resto de los perros de su grupo social están más relajados que cuando duermen solos17.


Las emociones vividas antes de ir a dormir: las emociones “placenteras” vividas en una sesión de mimos o de juego no tienen el mismo impacto sobre el descanso nocturno de un perro que las emociones “negativas” probadas al quedarse solo en un lugar nuevo o al ver a un desconocido que se le acerca amenazante. Después de las emociones negativas, los perros se duermen antes y se prolonga su fase “REM” del sueño14.

El estado de salud: un perro que sufre dolor crónico o que empieza a padecer deterioro cognitivo puede despertarse más veces durante la noche y dormir más durante el día18. Los perros con hocico más aplanado también suelen tener interrupciones del sueño, a causa de las dificultades respiratorias que pueden sufrir cuando duermen19.

¿Cómo cambiar los hábitos nocturnos de un perro?

Hay veces en las que es importante saber cómo contestar a esta pregunta. Para algunas personas, compartir la cama con el perro no es ni relajante ni reconfortante y tienen dificultad para dormir si el perro está a su lado20. En otros casos, por cuestiones de salud, el perro no puede dormir en la cama con las personas, ya sea temporal o definitivamente. En otros casos, siempre ha dormido en la cama con su humano, pero con la llegada de un nuevo miembro de la familia, como puede ser una pareja o un bebé, hace replantear la organización del descanso nocturno21.

Sabías que...

Una falta de sueño puede “pasar factura”: provocando somnolencia durante el día, dificultando el aprendizaje y la memorización. Además, favorece la ansiedad y la agresividad reduciendo la capacidad para enfrentarse a las dificultades y, en general, afectando negativamente al bienestar22,23.


Ahora bien, los perros son animales de rutinas y, cuando están acostumbrados, lograr que cambien sus hábitos requiere paciencia, comprensión y coherencia. En algunos casos puede ser incluso necesario contactar con un especialista en conducta para cambiar los hábitos nocturnos. 

En general, si un perro está acostumbrado a dormir encima de la cama con su humano, puede ser más fácil lograr que empiece a dormir en una camita en el mismo dormitorio o en la cama de otra persona de la familia antes de que se acostumbre a dormir solo en otra habitación. 

Cuando se plantea un cambio de la organización nocturna es importante conseguir la colaboración del perro. ¿Cómo? Prestando atención a sus preferencias en cuanto al descanso nocturno y proporcionando una cama idónea. Si le gusta dormir tapado, una cama cueva puede ser más útil que una abierta; si le gusta apoyar la cabeza en una superficie elevada, una con bordes puede ser una alternativa válida; si le gusta dormir encima de un material especial, se puede cubrir su cama con una manta del mismo material; etc. Además, es importante crear buenos recuerdos en el espacio alternativo que se ha creado para su descanso nocturno, evitando obligar al perro a explorarlo. Dejar una chuches encima de la camita o atraerlo allí con la “promesa” de una sesión de mimos encima de la camita pueden ser maneras más efectivas para lograr que el perro empiece a disfrutar las novedades nocturnas.

Por otro lado, es importante evitar recurrir a la “fuerza” para conseguir su colaboración. Empujar al perro para conseguir que baje de la cama, después de que se ha subido allí con la expectativa de pasar una noche cómoda y confortable al lado de la persona puede ser motivo de frustración y conflicto24. Este tipo de situación puede fácilmente generar incomprensiones por ambas partes y es preferible evitarlas. Por este motivo, puede ser recomendable recurrir a un profesional del comportamiento para cambiar la rutina nocturna en armonía.

En conclusión, si duermes con él es importante entender los patrones de sueño de tu perro es crucial para asegurar su bienestar y felicidad. Factores como el ambiente, la salud y la rutina diaria pueden influir significativamente en la calidad de su descanso. Y recuerda que, al igual que tú, los perros merecen disfrutar de noches tranquilas y revitalizantes para tener una vida llena de alegría. 

Bibliografía consultada:

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2. Savage, V. M., & West, G. B. (2007). A quantitative, theoretical framework for understanding mammalian sleep. Proceedings of the National Academy of Sciences, 104(3), 1051-1056.
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4. Bódizs, R., Kis, A., Gácsi, M., & Topál, J. (2020). Sleep in the dog: comparative, behavioral and translational relevance. Current Opinion in Behavioral Sciences, 33, 25-33.
5. Bunford, N., Reicher, V., Kis, A., Pogány, Á., Gombos, F., Bódizs, R., & Gácsi, M. (2018). Differences in pre-sleep activity and sleep location are associated with variability in daytime/nighttime sleep electrophysiology in the domestic dog. Scientific reports, 8(1), 7109.
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10. Adams, G. J., & Johnson, K. G. (1994a). Behavioural responses to barking and other auditory stimuli during night-time sleeping and waking in the domestic dog (Canis familiaris). Applied Animal Behaviour Science, 39(2), 151-162.
11. Power, E. R. (2012). Domestication and the dog: embodying home. Area, 44(3), 371-378.
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14. Kis, A., Gergely, A., Galambos, Á., Abdai, J., Gombos, F., Bódizs, R., & Topál, J. (2017). Sleep macrostructure is modulated by positive and negative social experience in adult pet dogs. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 284(1865), 20171883.
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20. Krahn, L. E., Tovar, M. D., & Miller, B. (2015, December). Are pets in the bedroom a problem? In Mayo Clinic Proceedings (Vol. 90, No. 12, pp. 1663-1665). Elsevier.
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22. Meerlo, P., Sgoifo, A., & Suchecki, D. (2008). Restricted and disrupted sleep: effects on autonomic function, neuroendocrine stress systems and stress responsivity. Sleep medicine reviews, 12(3), 197-210.
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