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¿Es bueno dormir con tu perro? ¿Es bueno dormir con tu perro?

Gabriella Tami Doctora en Veterinaria y Máster en Etología
Publicación: 25/01/24
¿Es bueno dormir con tu perro?

Compartir la cama con tu perro es una decisión muy difícil y personal. No solo crea un lazo afectivo más fuerte, sino que también reduce el estrés y la ansiedad, favorece un sueño más profundo y disminuye la sensación de soledad. Pero también puede interferir en tu sueño y sabemos lo necesario que es descansar bien. En este artículo veremos cómo nos puede afectar dormir con ellos y algunos consejos para mejorar la experiencia. 

¿Por qué las personas duermen con su perro?

No hay un solo motivo. Ni todos los que duermen con su perro lo hacen por la misma razón. Para encontrar una explicación a esta tendencia muy común entre los pet parents, hay que buscar en la naturaleza de la relación entre las personas y sus perros.

La mayoría considera a su perro un miembro más de la familia1, se siente acompañado por él y recibe apoyo emocional de su animal en los momentos difíciles. Para muchas personas, el contacto físico y la interacción con su perro ayudan a reducir el estrés y la ansiedad contribuyendo a una mayor sensación de bienestar2. El apoyo emocional que sienten es especialmente importante cuando, por algún motivo, el círculo social de una persona es reducido3. Dado el vínculo tan estrecho que muchas personas tienen con ellos, no es de extrañar que intenten pasar el mayor tiempo posible juntos.


Dado el vínculo tan
estrecho que muchas
personas tienen con
ellos, no es de extrañar
que intenten pasar el
mayor tiempo posible
juntos

También hay situaciones en las que la persona no ha elegido dormir con el perro. Es el caso de las parejas en las que uno quiere y el otro no, y finalmente el primero toma la decisión para ambos4. También hay situaciones en las que el perro logra relajarse y descansar solo en cerca de su humano y ladra, rasca puertas o mantiene despiertas de otra forma si se le excluye de la cama o del dormitorio5. En estos casos y a la espera de recibir ayuda profesional, dejar que el perro duerma en la cama puede ser una “solución” temporal.

¿Tu perro interfiere con la eficiencia de tu sueño?

La eficiencia del sueño es el porcentaje de tiempo que la persona pasa durmiendo mientras está en la cama. Se calcula multiplicando por 100 el tiempo dormido y dividiéndolo por el tiempo pasado en la cama. Aquellos que se oponen a dormir con el perro en la cama a menudo explican su decisión hablando de estas interferencias. Pero ¿qué dicen las investigaciones al respecto? 


Tiempo dormido x 100


Tiempo en la cama

La presencia del perro en el dormitorio no parece alterar la eficiencia del sueño, sino todo lo contrario6. La cosa puede cambiar si el perro duerme encima de sus camas6. En este caso, las personas tardan más en dormirse, se levantan más cansadas7 y es probable que se hayan despertado varias veces durante la noche.

Los perros pueden interferir en el descanso de las personas que duermen a su lado de diferentes maneras:

La gran mayoría de perros que duermen con una persona lo hacen estirándose o enroscándose a su lado8. Pero dependiendo de su tamaño y del tamaño de la cama, reducen el espacio del que se dispone limitando la libertad de movimiento.

Tienen una temperatura corporal más alta que la nuestra: la suya ronda los 38,9ºC9. Y aunque durante la noche tienda a disminuir9, la diferencia ronda el medio grado centígrado10, con lo que siguen siendo muy calientes al tacto. Si el perro durmiera pegado a la persona, esta podría despertarse debido al calor.

Tienen un ciclo del sueño diferente al nuestro: nuestro ciclo dura unos 90 minutos11, el de los perros menos de 20. El resultado es que ellos se despiertan muchas veces mientras nosotros estamos dormidos. Se mueven durante el 20% de la noche y, cuando lo hacen, hay 4 veces más probabilidad de que las personas se despierten en comparación con los momentos en los que están inmóviles12.

Cuando se despiertan, pueden moverse, ladrar, llorar, hacer otros ruidos, pedirnos salir de la habitación, o intentar llamar nuestra atención para subir o bajar de la cama, en el caso de perros pequeños cuando no dispongan de escaleras o rampas para moverse con autonomía7. A veces, incluso sin despertarse pueden interferir con nuestro descanso, por ejemplo, cuando roncan o cambian de posición. 

El riesgo de una interferencia en el descanso aumenta también si el ciclo del sueño de un perro sufre cambios, por ejemplo, debido a un problema de salud que lo lleva a estar más despierto (dolor, picor o problemas respiratorios). Si, además, compartimos la cama con más de un perro, aumentan las posibles interferencias, ya que no necesariamente tienen los ciclos del sueño sincronizados13. Esto quiere decir que, a no ser que algo los despierte a todos a la vez, se irán despertando y moviendo en momentos diferentes. Cuando la persona se mueve como consecuencia de la actividad nocturna del perro, su movimiento dura más que si se mueve sola14.

Sabías que...

Algunos perros, como Carlino y Bulldog francés, tienden a roncar más que otros durante la noche8

 

Pueden actuar como un verdadero despertador si tienen la expectativa de hacer algo placentero a primera hora de la mañana, ya sea recibir comida, salir de paseo… Pueden convertirse en la mejor alarma, sobre todo cuando descubran que, al despertarnos lograrán lo que buscan. Por lo que esta conducta “despertador” tiende a consolidarse.


A pesar de todo esto, quien ha dormido con su perro no se encuentra más cansado durante el día en comparación a quien ha dormido sin7. Aunque algunos estudios señalan que hay alteraciones del sueño al dormir junto a un perro, muchas personas sienten tiene en ellos un efecto relajante y les ayuda a dormir mejor16. No perciben que su actividad nocturna afecte a la calidad de su descanso12,17, ni lo relacionan con el hecho de haberse despertado varias veces12,14. Así que las ventajas emocionales parecen compensar las posibles incomodidades de dormir juntos7.

También es cierto que, duerman o no con su perro, muchas personas se despiertan por la noche por ruidos de otras personas de la casa o de vecinos, por el camión de la basura, por una tormenta nocturna7… Además, si alguien duerme con una otro al lado, su sueño también puede experimentar interferencias por los posibles ronquidos, patadas involuntarias, viajes al lavabo18... Pero, tienen la sensación de descansar mejor teniendo a la otra persona a su lado19.

Los perros no padecen insomnio, pero pueden padecer otras alteraciones del sueño15. Entre ellas, hay una alteración poco frecuente de la fase REM del sueño, llamada parasomnia: mientras están dormidos, los perros afectados tienen movimientos violentos de las extremidades que pueden ocasionar caídas de la cama y lesiones15, además de resultar peligrosos para quien descansa cerca.


10 consejos para mejorar los beneficios de dormir con tu perro

  • Escoge una cama suficientemente grande para que todos los que duerman se puedan mover cómodamente. En el mercado existen unas camas para perros que se acoplan a las nuestras, como si fueran las de un bebé.
  • Lava a menudo la ropa de la cama y cuida la higiene de las patas y del pelaje del perro.
  • Llévalo periódicamente al veterinario para controlar su estado de salud y mantén sus desparasitaciones al día. Recuerda comprobar si lo que has aplicado es compatible con dormir juntos.
  • No beses a tu perro ni dejes que te lama, sobre todo en la cara o en una herida abierta.
  • Dale un último paseo antes de ir a dormir para reducir el riesgo de que te despierte para salir a hacer un pipi.
  • Mantén una rutina regular para ir a dormir. Esto ayudará a regularizar los ciclos vigilia/sueño y favorecerá a que tu perro se duerma justo cuando es hora de ir a la cama.
  • Realiza actividades con tu perro durante el día, pero evita actividades estimulantes justo antes de dormir. De hecho, es mejor bajar el ritmo a medida que se acerque la noche.
  • Identifica posibles puntos de estrés para tu perro y elimínalas para crear un espacio seguro: un perro ansioso y en alerta se puede mover más de uno que duerme relajado.
  • Limita las fuentes de distracciones nocturnas, sobre todo los ladridos de otros perros.
  • Usa la cama solo para dormir, evitando crear hábitos de juego con el perro encima de la cama.

La clave para dormir con tu perro radica en encontrar un equilibrio que satisfaga tanto tus necesidades como las de tu perro. Mientras algunos estudios sugieren posibles alteraciones en el sueño, son muchas las personas que prefieren dormir con ellos por los beneficios emocionales y la sensación de seguridad que aporta tenerlos a su lado durante la noche. Al final, la decisión recae en la relación que exista entre cada pet parent y su perro.

Bibliografía consultada:

1. McConnell, A. R., Brown, C. M., Shoda, T. M., Stayton, L. E., & Martin, C. E. (2011). Friends with benefits: on the positive consequences of pet ownership. Journal of personality and social psychology, 101(6), 1239.
2. Brown, C. A., Wang, Y., & Carr, E. C. (2018). Undercover dogs: Pet dogs in the sleep environment of patients with chronic pain. Social Sciences, 7(9), 157.
3. Bowen, J., Bulbena, A., & Fatjó, J. (2021). The value of companion dogs as a source of social support for their owners: Findings from a pre-pandemic representative sample and a convenience sample obtained during the COVID-19 lockdown in Spain. Frontiers in Psychiatry, 12, 622060.
4. Thompson, K., & Smith, B. (2014). Should we let sleeping dogs lie… with us? Synthesizing the literature and setting the agenda for research on human-animal co-sleeping practices. Humanimalia, 6(1), 114-127.
5. Jagoe, A., & Serpell, J. (1996). Owner characteristics and interactions and the prevalence of canine behaviour problems. Applied Animal Behaviour Science, 47(1-2), 31-42.
6. Patel, S. I., Miller, B. W., Kosiorek, H. E., Parish, J. M., Lyng, P. J., & Krahn, L. E. (2017, September). The effect of dogs on human sleep in the home sleep environment. In Mayo Clinic Proceedings (Vol. 92, No. 9, pp. 1368-1372). Elsevier.
7. Smith, B., Thompson, K., Clarkson, L., & Dawson, D. (2014). The prevalence and implications of human–animal co-sleeping in an Australian sample. Anthrozoös, 27(4), 543-551.
8. Kinsman, R., Owczarczak-Garstecka, S., Casey, R., Knowles, T., Tasker, S., Woodward, J., Da Costa, R., & Murray, J. (2020). Sleep duration and behaviours: a descriptive analysis of a cohort of dogs up to 12 months of age. Animals, 10(7), 1172.
9. Giannetto, C., Fazio, F., Panzera, M., Alberghina, D., & Piccione, G. (2015). Comparison of rectal and vaginal temperature daily rhythm in dogs (Canis familiaris) under different photoperiod. Biological Rhythm Research, 46(1), 113-119.
10. Refinetti, R., & Piccione, G. (2003). Daily rhythmicity of body temperature in the dog. Journal of veterinary medical science, 65(8), 935-937.
11. Tobler, I. (1995). Is sleep fundamentally different between mammalian species? Behavioural brain research, 69(1-2), 35-41.
12. Smith, B. P., Browne, M., Mack, J., & Kontou, T. G. (2018). An exploratory study of human–dog co-sleeping using actigraphy: do dogs disrupt their owner’s sleep?. Anthrozoös, 31(6), 727-740.
13. Adams, G. J., & Johnson, K. G. (1993). Sleep-wake cycles and other night-time behaviours of the domestic dog Canis familiaris. Applied Animal Behaviour Science, 36(2-3), 233-248. 
14. Hoffman, C. L., Browne, M., & Smith, B. P. (2020). Human-animal co-sleeping: an actigraphy-based assessment of dogs’ impacts on women’s nighttime movements. Animals, 10(2), 278.
15. Mondino, A., Delucchi, L., Moeser, A., Cerda-Gonzalez, S., & Vanini, G. (2021). Sleep disorders in dogs: A pathophysiological and clinical review. Topics in Companion Animal Medicine, 43, 100516.
16. Krahn, L. E., Tovar, M. D., & Miller, B. (2015, December). Are pets in the bedroom a problem? In Mayo Clinic Proceedings (Vol. 90, No. 12, pp. 1663-1665). Elsevier.
17. Bertocco, B. P., Carvalho, L. B., Prado, A. F., Prado, L. B., & Prado, G. F. (2012). Bed sharing with dogs and the influence in owners'sleep. In Sleep. Amer Acad Sleep Medicine.
18. Richter, K., Adam, S., Geiss, L., Peter, L., & Niklewski, G. (2016). Two in a bed: The influence of couple sleeping and chronotypes on relationship and sleep. An overview. Chronobiology international, 33(10), 1464-1472.
19. Pankhurst, F. P., & Horne, J. A. (1994). The influence of bed partners on movement during sleep. Sleep, 17(4), 308-315.

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