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¡Es hora de moverse! 🐈 Y para ello, necesitas tener todo bajo control para que tu gato se sienta seguro, al igual que tú.
En algún momento, todos los gatos necesitan salir de casa. Puede ser para una visita al veterinario, una mudanza o unas vacaciones. En cualquier caso, el transportín es la forma más segura de mover a un gato: evita posibles escapes y lo protege de peligros externos, además de proporcionar un espacio familiar donde refugiarse cuando el entorno es desconocido. Pero, ¿cuál elegir para tu gato? En el mercado hay tantos tipos diferentes que tomar una decisión puede resultar complicado.
Aquí te damos algunos consejos para elegir el adecuado.👌🏼
Consejo gatuno
A prueba de gatos, rígido, fácil de limpiar, lo suficientemente grande pero ligero y fácil de transportar, con techo abatible, múltiples aberturas, bien ventilado pero que también ofrezca un escondite para el minino. Estas son las características que debería tener un transportín ideal. Vamos a verlas en detalle.
1. A prueba de gatos
El material del transportín debe resistir los posibles intentos del gato de escapar prematuramente1. Los cierres también deben ser confiables para evitar aperturas inesperadas, a la vez que son cómodos y fáciles de abrir y cerrar.
2. Rígido
Un transportín con base y paredes rígidas crea un entorno más estable y seguro para el gato1. Para garantizar su comodidad, puedes cubrir el fondo con un cojín o una manta que el gato use para dormir: cómodo y rodeado de su olor, podrá relajarse más fácilmente1.
Las expertas responden | Consejos para acostumbrar a tu gato al transportín o mochila de paseo
3. Fácil de limpiar
Un material fácil de limpiar, como el plástico, ayuda a eliminar del transportador sustancias químicas potencialmente desagradables o alarmantes para el gato, como por ejemplo:
El olor de otros gatos, en el caso de haber utilizado el transportín previamente para transportar a otros gatos.
El olor de las deposiciones del gato, por si hubiera habido algún “accidente” durante el viaje.
Las feromonas de alarma, producidos en las almohadillas plantares y las glándulas perianales del gato, si el gato se hubiera asustado dentro del transportín3.
4. Suficientemente grande
El transportín debe ser lo suficientemente amplio como para permitir que el gato pueda estar de pie sin tocar el techo, además de poder girar, sentarse y acostarse cómodamente2. Esto significa que el espacio interior de la transportadora debería ser:
Aproximadamente 10-15 cm más largo que la distancia desde la punta de la nariz hasta la base de la cola del gato.
Doble de ancho que la parte más ancha del cuerpo del gato.
Ligeramente más alto que su altura, medida con el gato sentado desde el suelo hasta la punta de sus orejas. Para esta última medida, ten en cuenta que generalmente hay un cojín o una manta en el fondo de la transportadora.
No obstante, evita dimensiones excesivas que puedan causar que el gato se tambalee o golpee durante el viaje.
¡Atención! ☝️
Un transportín cómodo y apropiado para un gatito podría no serlo cuando el gatito se convierte en adulto.
Si compras el transportín cuando el gato aún está en crecimiento, debes tener en cuenta si es macho o hembra y las dimensiones que alcanzará de adulto y, mientras tanto, cubrir el fondo con un material suave que evite movimientos excesivos durante el transporte del gatito.
Una vez que haya dejado de crecer, deberás verificar que has elegido bien y que el transportín sigue siendo cómodo.
5. Ligero y fácil de transportar
Cuanto más pesado sea el gato en el transportín, más difícil será moverlo sin sacudirlo. Aparte del peso, para facilitar el transporte, el transportín debería tener un asa cómoda y resistente.
¡Atención! ☝️
Si usas un transportín con ruedas para resolver el problema del peso, ten en cuenta que el ruido y las vibraciones de las ruedas en superficies irregulares podrían asustar al gato.
6. Con techo desmontable
La posibilidad de quitar el techo del transportín no solo facilita el proceso de familiarización del gato con el transportín o, en casos extremos, de meterlo dentro aunque aún no esté acostumbrado a entrar por sí solo, esta característica es muy útil en el veterinario: una vez retirado el techo, el gato puede quedarse en la base del transportín durante la exploración veterinaria1.
7. Dotado de múltiples aberturas
Además de la puerta principal en un lateral del transportín, es útil tener una abertura superior, ya sea que el techo sea desmontable o no1. Cuando un gato aún no se ha acostumbrado al transportín y hay urgencia de transportarlo, es útil contar con un transportín con múltiples aberturas, que permita adaptarse a las características del gato y elegir la técnica menos estresante para encerrarlo en el transportín.
8. Ventilado pero protegido
La presencia de rejillas y hendiduras es fundamental para garantizar la ventilación, la visibilidad del gato e incluso para darle alguna golosina mientras se relaja en el transportín. Sin embargo, también es útil que el gato pueda esconderse, al menos parcialmente, y que no haya aberturas por todas partes.
Reuniendo estos criterios, el típico transportín de plástico rígido, con el techo desmontable y la puerta de rejilla, suele ser una buena opción para transportar al gato de manera segura. 🤗
1. Cannon, M., & Rodan, I. (2016). The cat in the veterinary practice. Feline behavioral health and welfare, 102-111.
2. International Air Transport Association, 2023. CONTAINER REQUIREMENT https://www.iata.org/contentassets/b0016da92c86449f850fe9560827bbea/pet-container-requirements.pdf
3. Pageat, P., & Gaultier, E. (2003). Current research in canine and feline pheromones. Veterinary Clinics: Small Animal Practice, 332, 187-211.
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