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Un parque canino o pipican es un espacio vallado que, como sugiere su nombre, está destinado, al menos en parte, a la satisfacción de las necesidades fisiológicas de los canes evitando que los perros orinen y defequen en otros puntos del espacio urbano. Además, al estar vallado permite que el perro disfrute de este momento sin ataduras.
Un parque para perros puede ser un lugar ideal para fomentar la socialización de tu compañero canino, pero también puede convertirse en un lugar lleno de riesgos. Todo depende de qué parque escojas, a qué hora vayas, cómo manejes cada situación y, sobre todo, de qué tipo de temperamento tenga tu perro.
Si quieres hacer una prueba curiosa, cualquier día, con tiempo, quédate un buen rato a observar cómo juegan los perros en un parque canino. Seguramente encontrarás muchos perfiles distintos:
Aunque los perros son una especie social por naturaleza y es muy importante permitirles relacionarse con otros congéneres, no siempre el parque canino es la opción idónea. Todo depende de los factores que explicamos a continuación.
No todos los perros disfrutan por igual con el contacto con otros perros. Algunos de los motivos por los que pueden no disfrutar son:
Miedo o inseguridad:
Algunos perros son tímidos o inseguros en presencia de otros perros. Algunos han tenido malas experiencias con sus congéneres, mientras que otros tuvieron una socialización pobre durante la etapa de cachorros y no pudieron aprender las “reglas sociales caninas” cuando era el momento de hacerlo (periodo de socialización y primer año de vida). Todo ello puede hacer que no se sientan cómodos en un parque para perros, que se inhiban o que respondan con agresividad en algunas o muchas de las interacciones.
Falta de interés:
Algunos perros, simplemente, no muestran demasiado interés por socializarse a diario con otros. Como ocurre con las personas, hay individuos más sociables y otros menos. Es buena idea respetar esas preferencias y no obligarles a estar en un parque canino si no les gusta.
Edad:
Cuando los perros se hacen mayores, a veces pierden el interés que tenían antes por relacionarse con otros y prefieren disfrutar de su paseo en solitario, o de interacciones cortas. En ocasiones, esta actitud puede ir ligada a dolores físicos que no les permiten jugar como lo hacían antes.
Si tu perro no disfruta en el parque para perros, no es necesario que le obligues a ir allí. Puedes buscar otros lugares menos abarrotados y que le hagan sentirse más seguro a la hora de socializar. O, simplemente, pasear con él en solitario.
Y si quieres ayudarle a superar sus miedos , en lugar de ir haciendo pruebas en un parque para ver si se relaja con los demás, aunque sea con pocos perros y fuera de la hora punta, lo ideal es que te dejes asesorar por un profesional del comportamiento canino. A pesar de las buenas intenciones, si no tienes claro cómo organizar un encuentro con otro perro para ayudar a que el tuyo se relaje, es incluso posible que coja más miedo o inseguridad.
El parque canino ideal para que nuestro perro pueda socializar y entretenerse debería ante todo ser espacioso. Su tamaño no solo depende de los metros que tenga sino también de lo ocupado que esté por otros perros. Además, debería tener divisiones internas, así como varios puntos de entrada, un vallado más o menos alto, equipamiento para que puedan hacer actividades, saltar, correr, etc. Otro elemento muy interesante para que un pipican sea perfecto, es que tenga vegetación. Esto permite a los perros oler, rastrear, en definitiva, estar en contacto con elementos naturales que exciten sus sentidos. Dado que es un espacio en el que pasaremos horas con ellos, sería ideal también que disponga de bancos para que podamos sentarnos los acompañantes y poder estar cómodos.
Exceso de perros
Las horas de más actividad son también las horas más conflictivas ya que, al coincidir un gran número de perros en un mismo espacio cerrado, las posibilidades de que surja un conflicto aumentan.
Presencia de juguetes
A veces, la presencia de juguetes puede hacer detonar una pelea. Algunos perros son muy posesivos y no toleran que otros se acerquen a sus “valiosos recursos”. Así que hay que estar muy atentos para detectar cualquier posible conflicto. Y, en la medida de lo posible, evitar las pelotas, palos, mordedores, etc.
Zona cerrada sin escapatoria
Por lo general, el parque para perros suele ser un área vallada y de dimensiones contenidas. Eso reduce las posibilidades de evitación de un conflicto.
El momento de la entrada
Una de las situaciones de mayor riesgo en un parque canino es la llegada. Al entrar, suele ocurrir que muchos de los perros que hay ya dentro del cercado se acercan para explorar quién es el nuevo invitado. Eso puede generar tensión y estrés en perros tímidos o inseguros e, incluso, provocar una reacción agresiva.
Siempre que tengas en cuenta los factores que hemos explicado en este artículo, un parque para perros puede llegar a ser un lugar apto para su socialización. En realidad, si has encontrado un buen espacio para tu perro, es una buena idea que lo lleves allí a diario para permitirle crear su propio grupo de “amigos”. Debido a su naturaleza social, los perros tienden a establecer relaciones afiliativas estables con otros perros, y es positivo que permitas al tuyo crear estos lazos y disfrutar de ellos.
En el caso de que tu perro sea un cachorro, la forma en que se produzca la socialización en esta primera etapa de su vida es especialmente determinante. Por eso la etóloga canina Alba Benítez nos recuerda que:
“El tipo de encuentros e interacciones que un cachorro mantenga con otros perros durante el periodo de socialización y, en general, durante toda su etapa de cachorro, marcarán su capacidad de relacionarse correctamente con otros perros cuando crezca. Por eso es tan importante encontrar el punto justo entre socializar al cachorro o abrumarlo con la exposición a otros perros”. Y, justo por este motivo, en muchas ocasiones un parque para perros no es el lugar ideal para que ocurran estos primeros encuentros , más allá del aspecto sanitario que interesa especialmente a cachorros no vacunados o recién vacunados.
Recuerda que no todo siempre es lo que parece, y como las personas, cada perro es distinto. Por eso es importante conocerle y ver lo que le puede tener un impacto positivo o negativo en él.
Te animamos a que pruebes, con nuestras recomendaciones en mente, es la única forma de saber cómo responder a la pregunta ¿parque canino sí o no?