Se acercan fechas para estar en familia y, en este artículo hemos hablado de cómo preparar la casa y a tu perro o gato para que esté lo más relajado posible. Como ya sabes, durante las Navidades nuestras rutinas –y también nuestras casas- sufren cambios que pueden resultar estresantes para ellos, ya sean cambios y olores inesperados en el aspecto de nuestras casas y visitas de familiares o amigos con los que no están familiarizados.
En el siguiente artículo veremos qué podemos hacer con él y con los invitados para que, las situaciones que vivirán, algunos por primera vez, sean lo más llevaderas posible.
Para ello, repasemos una serie de puntos:

Organiza su entretenimiento
Para organizar su entretenimiento, los juguetes dispensadores de comida y la actividad física pueden ser tus grandes aliados durante estas fiestas navideñas (y no solo entonces).
Los juguetes dispensadores de comida son ideales para mantenerlo ocupado1. Son juguetes de diferentes formas y materiales que tienen en común el hecho de poderse llenar de comida. El perro o el gato tiene que aprender a manipularlos para conseguir la comida escondida en su interior. Cuando se utilizan es fundamental introducirlos de la manera idónea, es decir poniéndoselo fácil al principio y complicando la tarea a medida que coja confianza y habilidad. Si no se introducen de manera gradual, la experiencia solo será fuente de frustración y verás a tu compañero dejar de lado el juguete aun lleno de comida… un juguete que huele muy bien, pero del cual no hay manera de conseguir comida.
Dado el proceso necesario para introducir este tipo de juguete y lograr que tu peludo sepa utilizarlo para las fiestas navideñas, si para Navidad tenías pensado regalarle algún juguete dispensador de comida, vale la pena abrir el paquete antes de tiempo. Y aunque los animales no se cansen fácilmente de los juguetes dispensadores de comida1, puede ser útil disponer de varios juguetes interactivos que requieran habilidades diferentes. En el caso de los perros, los juguetes masticables son otra gran opción para entretenerles.

En cuanto a la actividad física, su utilidad no consiste solo en el hecho de dejar al perro o gato “K.O.”: el ejercicio físico proporciona cierta relajación emocional2. En los perros, el momento del paseo puede ofrecer una buena ocasión para realizar actividad física, a la vez que puede resultar estimulante desde el punto de vista lúdico, social y sensorial3. Y a propósito de sentidos, hacer trabajos con el olfato donde el perro busca olores o comida escondida, parece tener, además, un interesante efecto sobre la tendencia de un perro a ver el vaso (o mejor dicho, el comedero 😉) medio lleno o medio vacío4. A la tendencia de interpretar un estímulo o situación nueva y ambigua de forma optimista o pesimista se le llama sesgo cognitivo: el sesgo es positivo cuando genera expectativas agradables y negativo en el caso contrario. El sesgo cognitivo depende de cómo se siente el perro o gato y, de hecho, refleja la influencia del estado emocional del individuo sobre su manera de analizar e interpretar lo que le rodea5. Aunque no hayas escuchado nunca esta expresión antes, puede ser muy útil quedarse con este concepto ya que “manipular” el estado emocional de un perro o gato, y por lo tanto influir sobre su sesgo cognitivo, puede ser de gran ayuda para favorecer su aceptación de las novedades.
Así pues, antes de exponerlo a una situación nueva y ambigua, se puede intentar favorecer su “buen humor” con alguna actividad que le guste y le haga experimentar emociones positivas.
Pide colaboración a tus huéspedes

Infórmales sobre cómo interactuar con tu perro o gato. Esto puede querer decir incluso de hacer cómo si él no estuviera: para un perro o gato que no confía en las personas, es mejor ser ignorado por completo a tener que relacionarse con un desconocido que pretende demostrar que no es peligroso acercándose con la mano extendida, mientras le sonríe y le mira fijamente a los ojos.
Para un perro o gato que no confía en las personas, es mejor ser ignorado por completo a tener que relacionarse con un desconocido
Posiblemente eres la persona que más lo conoce y sabe prever cómo va a reaccionar en ciertas situaciones. Si no te encargas de protegerle, un perro o un gato que reciba atenciones indeseadas de alguien puede llegar a protegerse solo lo hará a su manera… apartándose y escondiéndose o recurriendo a otros mensajes más claros, como gruñidos, bufidos, zarpazos, intentos de mordidas o mordidas. Y una vez que descubran esta forma de protegerse tenderá a usarla con más facilidad en otras situaciones en las que se sienta amenazados.
Más allá de pedir la colaboración de tus huéspedes a la hora de interactuar con tu perro o gato, es importante que les informes de no darle comida si no has dado tu “aprobación” antes. La razón es que las mesas navideñas están llenas de alimentos potencialmente dañinos para nuestros perros o gatos. El peligro no procede solo de los alimentos tóxicos, como el chocolate, las pasas, las nueces de Macadamia o los dulces preparados con azúcar de abedul (también conocido como xilitol)6, sino también de alimentos novedosos y aparentemente inocuos que tu perro o gato no come nunca y que pueden provocar trastornos digestivos.
Más de allá del efecto sobre la salud, hay otra razón para dar o no tu “aprobación” cuando alguien quiere dar una comida extra a tu perro o gato. Ellos están aprendiendo todo el tiempo y la época navideña no es una excepción. Darles comida de la mesa mientras la piden ya sea tocándonos con una pata, empujando con el hocico, vocalizando, mirándonos fijamente, etc. aumentará su conducta para pedir comida más allá de las fiestas navideñas. Además, si no quieres fomentar la conducta de demanda de comida de la mesa, en el caso de los perros, hay que estar especialmente preparados para resistir cuando nos miran con “cara de pena”, una expresión facial que los lobos no pueden hacer y que los perros pueden hacer gracias a un músculo que se ha desarrollado en su larga historia evolutiva a nuestro lado.7
Relájate y actúa con naturalidad
Tanto los perros como los gatos son capaces de reconocer nuestras emociones(8,9), así que actuar con naturalidad durante las celebraciones navideñas es otro aspecto que puede contribuir a minimizar el impacto de los cambios. Además, aunque en grado diferente, tanto perros como gatos está demostrado que tienen “referencia social”, en el cual se fija en la reacción emocional del propietario para tomar una decisión acerca de acercarse o no a un objeto desconocido10,11.

En el caso de los perros, además, se ha demostrado que se pueden “sincronizar” a nivel fisiológico y hormonal con nosotros tanto durante interacciones positivas como en situaciones estresantes12. En otras palabras, pueden sufrir un “contagio emocional” y, por ejemplo, el hecho de que su compañero humano experimente ansiedad puede influir sobre la respuesta de estrés del perro. Así que, relájate y actúa con naturalidad😊.
Así que empieza a pensar en todo lo que le gusta de verdad a tu perro o gato para positivizar y disfrutar de estas fechas navideñas. Eso sí, si lo que le gusta es una sesión de juego o una actividad donde ha subido mucho su nivel de excitación, deja que se relaje ante de dejar que experimente alguna novedad.
1. Schipper, L. L., Vinke, C. M., Schilder, M. B., Spruijt, B. M. (2008). The effect of feeding enrichment toys on the behaviour of kennelled dogs (Canis familiaris). Applied Animal Behaviour Science, 114(1-2), 182-195.
2. Dey, S. (1994). Physical exercise as a novel antidepressant agent: possible role of serotonin receptor subtypes. Physiology & Behavior, 552, 323-329.
3. Belpedio, C., Buffington, L., Clusman, S., Prete, F., Sadler, A., Whittemore, L., Mungre, S. (2010). Cortisol level and behavioral response to exercise in dogs kenneled in a Humane Society: Model for Stress Relief. The FASEB Journal, 24, 618-22.
4. Duranton, C., Horowitz, A. (2019). Let me sniff! Nosework induces positive judgment bias in pet dogs. Applied Animal Behaviour Science, 211, 61-66.
5. Harding, E. J., Paul, E. S., Mendl, M. (2004). Cognitive bias and affective state.
Nature, 427(6972), 312-312.
6. Kovalkovičová, N., Šutiaková, I., Pistl, J., & Šutiak, V. (2009). Some food toxic for pets. Interdisciplinary toxicology, 23, 169.
7. Kaminski, J., Waller, B. M., Diogo, R., Hartstone-Rose, A., Burrows, A. M. (2019).
Evolution of facial muscle anatomy in dogs. Proceedings of the National Academy of
Sciences, 11629, 14677-14681.
8. Quaranta, A., d’Ingeo, S., Amoruso, R., Siniscalchi, M. (2020). Emotion recognition in cats. Animals, 107, 1107.
9. Deputte, B. L., Doll, A. (2011). Do dogs understand human facial expressions?. Journal of Veterinary Behavior: Clinical Applications and Research, 16, 78-79.
10. Merola, I., Prato-Previde, E., Marshall-Pescini, S. (2012). Dogs' social referencing towards owners and strangers.
11. Merola, I., Lazzaroni, M., Marshall-Pescini, S., Prato-Previde, E. (2015). Social referencing and cat–human communication. Animal cognition, 183, 639-648.
12. Sümegi, Z., Oláh, K., Topál, J. (2014). Emotional contagion in dogs as measured by change in cognitive task performance. Applied Animal Behaviour Science, 160, 106-115.