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¿Qué hacer si mi perro no se adapta a su nueva casa?

Gabriella Tami - Doctora en Veterinaria y Máster en Etología

Gabriella Tami · Doctora en Veterinaria y Máster en Etología

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Publicado el 02.10.2024 · Editado el 02.10.2024
¿Qué hacer si mi perro no se adapta a su nueva casa? ¿Qué hacer si mi perro no se adapta a su nueva casa?
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Cada perro es un mundo y, mientras que algunos se adaptan muy rápidamente a su nueva vida, a otros les puede costar un poco más. Y es que existen muchos factores que influyen en este proceso. Veamos a continuación, qué puede suceder durante el proceso de adaptación de un perro a su nuevo hogar. 

¿A qué debe adaptarse?

El proceso de adopción puede provocar en un perro una serie de cambios a nivel hormonal, fisiológico y de comportamiento que tienen el propósito de facilitar su adaptación a la nueva realidad2,3.

Las situaciones potencialmente estresantes a las que puede estar expuesto el perro son diversas y, con la excepción de aquellas que representan una amenaza real para su supervivencia, cada perro puede reaccionar a estímulos diferentes14.

Perro tumbado en el suelo

Generalmente, pero no siempre, resultan estresantes el ambiente nuevo, el contacto con personas desconocidas, la eventual presencia de otros animales, la rutina alterada, etc. Muchas de las situaciones potencialmente estresantes para un perro pueden serlo porque:

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Son desconocidas para él7. Por ejemplo, en su nueva familia hay niños y nunca ha visto uno antes. Antes de entender que puede relajarse en su presencia (si efectivamente no hay ningún peligro y puede hacerlo), su cuerpo reacciona con una respuesta de estrés.

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El perro conserva un mal recuerdo7. Por ejemplo, en su nueva familia hay niños y, en su vida anterior, el perro ha tenido malas experiencias con niños de edad similar.

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Son causa de dolor, malestar físico o incomodidad2,4. Un ambiente inadecuado desde el punto de vista ambiental (por ejemplo, el calor) puede ser estresante, pero también una patología puede serlo para el perro que la sufre.

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Frustran sus expectativas16.

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Por algún motivo, lo asustan. Por ejemplo, ruidos fuertes, no poder moverse libremente4.

¿Cuánto tiempo puede tardar en adaptarse?

La mayoría de los perros tarda menos de dos semanas. Aunque hay otros que pueden llegar a necesitar incluso dos meses1.

  • El temperamento del perro es fundamental en la rapidez con la que el perro logre adaptarse. Los perros más temerosos son los que pueden encontrar mayores dificultades5
  • La forma en que el perro es expuesto a las diferentes situaciones influirá en su reacción. Por ejemplo, una cosa es que pueda llegar a relajarse después de una situación estresante, y otra cosa es cuando las situaciones estresantes suceden sin pausa9
Perro tumbado en el sofá

Intentar prever la llegada inminente de una situación estresante, y poder evitarla, son aspectos importantes que determinarán la reacción del perro e influirán en su rapidez de adaptación14.

¿Sabías que...?

Muchos perros pueden dormir mal las primeras noches después de llegar a su nueva familia, especialmente cuando se trata de perros de tamaño pequeño23 que, pueden presentar características diferentes con respecto otros más gran

Esto también ocurre en los cachorros de pocas semanas de vida, que además de todas las novedades del nuevo entorno, deben gestionar también el estrés de la separación de la madre6

¿Te suena la expresión de “luna de miel” durante el período de adaptación de un perro?20.

Esta expresión sugiere que, mientras se adapta, el perro podría mostrar un comportamiento diferente al que mostrará después de haberse integrado perfectamente. Por ejemplo, inicialmente podría no ladrar al sonido del timbre, pero comenzar a hacerlo después de haberse ambientado.

¿Sabías que...?

El proceso de adaptación de los perros que entran en un refugio está más estudiado que el de los perros que acaban de encontrar una familia. Durante la primera semana, se registran algunos cambios hormonales de corta duración asociados a la respuesta de estrés8,22. Un mes después de la llegada al refugio, varios indicadores fisiológicos sugieren que el perro ya está adaptado a la nueva realidad18.

¿Cuándo podrían surgir problemas en la adaptación?

Sobre todo, cuando existe una gran diferencia entre el entorno donde el perro ha vivido hasta la adopción y su nueva casa. Por ejemplo, un perro criado en una casa grande y en el campo que es adoptado por una familia que vive en un piso o una ciudad, puede generar grandes dificultades para relajarse en medio de estímulos y situaciones que no le resultan familiares en absoluto. El resultado de sus dificultades puede ser reacciones de miedo y de agresividad defensiva19. Este factor tiene un gran peso especialmente en perros adoptados ya adultos, mientras que un cachorro, adoptado durante el proceso de socialización (es decir, hasta los 3-4 meses de vida), es más abierto a las nuevas experiencias y puede adaptarse más fácilmente a las características de su nueva realidad10,21.

Perro con un ovillo de lana

En el caso de adoptar un perro adulto, también es posible que sus hábitos previos entren en conflicto con las nuevas reglas de la casa y creen algunas dificultades en la adaptación. Por ejemplo, si viene de una casa en la que le dejaban subir al sofá, pero tú prefieres que use su cama, podrían surgir malentendidos mientras adapta sus expectativas a la nueva realidad. En cambio, en el caso de un cachorro que tiene todo por aprender, puedes ayudarlo desde el principio a crear las expectativas correctas.

¿Cuáles son las señales de que algo no va bien?

Si el perro está teniendo dificultades para adaptarse a su nuevo entorno, pueden aparecer múltiples señales que sugieren la activación de una respuesta de estrés crónico, entre las cuales:

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Mostrarse más irritable y ansioso, tener menos ganas de jugar e incluso reaccionar de manera agresiva en algunos contextos14.

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Explorar menos el entorno y, en general, reducir su nivel de actividad.

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Desarrollar comportamientos repetitivos. Por ejemplo, perseguirse la cola o lamerse insistentemente una parte del cuerpo15.

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Tener más apetito de lo normal, pero también tener menos dependiendo de los casos14.

¿Sabías que...?

Levantar una pata delantera es uno de los comportamientos que se observan con frecuencia en perros expuestos a situaciones de estrés más o menos prolongadas2.

Además, el estrés crónico influye negativamente en las defensas inmunitarias del perro14, en su capacidad de aprendizaje5 y en su estado de ánimo14, empeorando sus expectativas en situaciones nuevas13, y reduciendo el placer de comer algo sabroso11.

¿Sabías que...?

El estrés puede "pasar factura" y contribuir al desarrollo de varios problemas de salud, especialmente a nivel digestivo, cutáneo y reproductivo14.

Como habrás podido comprobar, el periodo de adaptación es un momento muy importante. Por eso, si ves alguna dificultad, hay muchos profesionales listos para ayudaros. Unas pautas personalizadas desde el principio, puede ser fundamental para asentar las bases de una convivencia armoniosa12,17.

Probablemente, el hecho de haber sido adoptado es lo mejor que le ha podido pasar, pero eso no quita que la adopción requiera un periodo de adaptación antes de que pueda disfrutar de los beneficios de su nueva vida.

Bibliografía consultada:

1. AHA (American Humane Association), 2013. Keeping Pets (Dogs and Cats) in Homes: A Three-Phase Retention Study. Phase II: Descriptive Study of Post-Adoption Retention in Six Shelters in Three U.S. Cities. American Humane Association, Denver 

2. Beerda, B., Schilder, M. B., Van Hooff, J. A. R. A. M., de Vries, H. W., & Mol, J. A. (2000). Behavioural and hormonal indicators of enduring environmental stress in dogs. Animal Welfare, 9(1), 49-62. 

3. Beerda, B., Schilder, M. B., Bernadina, W., Van Hooff, J. A., De Vries, H. W., & Mol, J. A. (1999). Chronic stress in dogs subjected to social and spatial restriction. II. Hormonal and immunological responses. Physiology & behavior, 66(2), 243-254. 

4. Beerda, B., Schilder, M. B., van Hooff, J. A., & de Vries, H. W. (1997). Manifestations of chronic and acute stress in dogs. Applied animal behaviour science, 52(3-4), 307-319. 

5. Blackwell, E. J., Bodnariu, A., Tyson, J., Bradshaw, J. W. S., & Casey, R. A. (2010). Rapid shaping of behaviour associated with high urinary cortisol in domestic dogs. Applied animal behaviour science, 124(3-4), 113-120. 

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7. Gray, J. A. (1987). The psychology of fear and stress (Vol. 5). CUP Archive. 

8. Hennessy, M. B., Davis, H. N., Williams, M. T., Mellott, C., & Douglas, C. W. (1997). Plasma cortisol levels of dogs at a county animal shelter. Physiology & behavior, 62(3), 485-490.  

9. Herman, J. P. (2013). Neural control of chronic stress adaptation. Frontiers in behavioral neuroscience, 7, 61. 

10. Lopes, B., Alves, J., Santos, A., & Pereira, G. D. G. (2015). Effect of a stimulating environment during the socialization period on the performance of adult police working dogs. Journal of Veterinary Behavior, 10(3), 199-203. 

11. Luna, D., Carrasco, C., Álvarez, D., González, C., Egaña, J. I., & Figueroa, J. (2020). Exploring Anhedonia in Kennelled Dogs: Could Coping Styles Affect Hedonic Preferences for Sweet and Umami Flavours?. Animals, 10(11), 2087. 

12. Marston, L. C., Bennett, P. C., & Coleman, G. J. (2004). What happens to shelter dogs? An analysis of data for 1 year from three Australian shelters. Journal of Applied Animal Welfare Science, 7(1), 27-47. 

13. Mendl, M., Brooks, J., Basse, C., Burman, O., Paul, E., Blackwell, E., & Casey, R. (2010). Dogs showing separation-related behaviour exhibit a ‘pessimistic’cognitive bias. Current Biology, 20(19), R839-R840. 

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15. Mills, D., & Luescher, A. (2008). Veterinary and pharmacological approaches to abnormal behaviour. Stereotypic animal behaviour: fundamentals and applications to welfare. Wallingford, Oxon, UK: CABI, 286-324. 

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20. Scarlett, J., Campagna, M., & Houpt, K. A. (2007). Aggressive behavior in adopted dogs that passed a temperament test. Applied Animal Behaviour Science, 106(1-3), 85-95. 

21. Sforzini, E., Michelazzi, M., Spada, E., Ricci, C., Carenzi, C., Milani, S., Luzi, F., & Verga, M. (2009). Evaluation of young and adult dogs' reactivity. Journal of Veterinary Behavior, 4(1), 3-10. 

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23. van der Laan, J. E., Vinke, C. M., van der Borg, J. A. M., & Arndt, S. S. (2021). Restless nights? Nocturnal activity as a useful indicator of adaptability of shelter housed dogs. Applied Animal Behaviour Science, 241, 105377.