Jugar es divertido y prepara a tu perro para los desafíos que le esperan en la vida. Gracias al juego, el perro desarrolla diversas habilidades que pueden resultarle útiles para mejorar sus relaciones sociales13, resolver pequeños problemas cotidianos y estar siempre listo para enfrentar imprevistos14. Además, el juego es uno de los pilares sobre los que se basa nuestra relación con los perros y es una forma divertida de ejercitar el cuerpo y la mente2.
Juegos que puedes organizar para tu perro
1. Juego solitario con juguetes "tradicionales"
Es el tipo de juego que los perros realizan utilizando un juguete y que no requiere la presencia de un compañero de juego.
¿Qué pueden utilizar para jugar?

Pelotas

Peluches

Cuerdas de algodón

Juguetes de formas

Elementos de la naturaleza (piña, palo...)

"Juguetes improvisados" (patas, cojines...)
Este último, especialmente cuando no hay alternativas adecuadas disponibles.
¿En qué consiste?

Este tipo de juego consiste en manipular, morder, masticar, romper, explorar, perseguir, etc., Al ser un juego inspirado en el comportamiento de caza, el perro tiende a entusiasmarse con juguetes que se asemejan, al menos en ciertos aspectos, a una presa. Por ejemplo, entre los juguetes más estimulantes se encuentran aquellos que:
- Emiten sonidos.
- Se mueven de manera impredecible.
- Cambian de aspecto mientras el perro los muerde.
Tal como sucedería con una presa real7.
2. Juego solitario con juguetes interactivos
Son juguetes especiales: se llenan de comida y el perro debe manipularlos para extraer su contenido. Por lo general, cuando se acaba la comida, los perros dejan de prestarles atención3, pero si están llenos de comida, parece que nunca se cansan de ellos12. De hecho, la motivación para usar un juguete interactivo parece ser diferente de la que motiva el juego con un juguete más tradicional3.

Los juegos interactivos tienen muchos beneficios, como estimular física y mentalmente al perro. Pueden ser útiles en programas de reducción de peso15 y en la gestión de muchas situaciones cotidianas4, por ejemplo: para mantenerlo ocupado cuando estás comiendo o trabajando y no puedes prestarle atención, o cuando tiene que quedarse solo en casa, para distraer su atención, para darle un premio o como parte de un entrenamiento.
3. Juego en compañía
En el juego social, el compañero de juego puede ser otro perro, una persona e incluso otro animal.
Cuando juegan entre ellos

Cuando juegan entre ellos, el juego principal es el cuerpo a cuerpo, alternando con persecuciones, pausas y señales que confirman las intenciones de juego y reducen los malentendidos en caso de mordiscos, placajes y gestos que podrían ser malinterpretados.
El mensaje más claro de las intenciones juguetonas del perro es una especie de inclinación (play bow), en la que el perro apoya los codos en el suelo, manteniendo levantadas las caderas, mirando intensamente a su compañero de juego, mientras mantiene la boca abierta y menea la cola relajadamente1.
A veces, entre los dos jugadores también hay un juguete de por medio: en este caso, el juego consiste en tirar y aflojar hasta que uno de los participantes se apropie del juguete11 y... fin del juego.
Cuando juegan con nosotros

Cuando juegan con nosotros, los juegos de “buscar y traer” y el de “tirar y aflojar” son los más populares9. En este caso, cuando el perro se adueña del juguete, no tiende a alejarse para disfrutar en paz de su trofeo, sino que se acerca de nuevo a la persona para animarla a jugar un poco más11. Otros juegos populares, pero no exentos de riesgos, son el juego de perseguirse mutuamente y el cuerpo a cuerpo.
Perseguirse mutuamente
En el juego de perseguirse mutuamente, los jugadores se persiguen, a menudo alternando los roles. Si es el perro quien nos persigue, el juego puede resultar útil incluso para practicar la llamada, pero si somos nosotros quienes lo persiguen a él, la situación cambia y el perro puede reaccionar alejándose rápidamente cuando intentamos acercarnos a él, incluso si no estamos jugando y tenemos prisa por alcanzarlo.
Cuerpo a cuerpo
En cuanto al cuerpo a cuerpo, la persona puede sufrir fácilmente alguna lesión, ya que donde nosotros usamos las manos, ellos usan la boca (por lo que no es recomendable si hay, o habrá, niños en casa). Para aquellos que no pueden evitar jugar a la lucha con su perro, es importante informarle claramente sobre la naturaleza lúdica de la interacción o el perro podría ponerse a la defensiva10.
La importancia del juego
En definitiva, el juego es una actividad importante que te servirá para:
- Entretenerlo
- Hacer ejercicio
- Estimularlo mentalmente
- Favorecer sus habilidades sociales
- Mejorar su estado de ánimo
- Fortalecer su vínculo
Por eso es importante dedicar tiempo cada día a jugar con él, llevarlo a jugar con otros perros y a descubrir cuáles son sus juegos favoritos.
¿Estás listo?
1. Bekoff, M. (1995). Play signals as punctuation: The structure of social play in canids. Behaviour, 132(5-6), 419-429.
2. Bradshaw, J. W., Pullen, A. J., & Rooney, N. J. (2015). Why do adult dogs ‘play’?. Behavioural processes, 110, 82-87.
3. Gaines, S. A., Rooney, N. J., & Bradshaw, J. W. (2008). The effect of feeding enrichment upon reported working ability and behavior of kenneled working dogs. Journal of forensic sciences, 53(6), 1400-1404.
4. Heys, M., Lloyd, I., & Westgarth, C. (2023). ‘Bowls are boring’: Investigating enrichment feeding for pet dogs and the perceived benefits and challenges. Veterinary Record, e3169.
5. Kaulfuß, P., & Mills, D. S. (2008). Neophilia in domestic dogs (Canis familiaris) and its implication for studies of dog cognition. Animal Cognition, 11, 553-556.
6. Meehan, C. L., & Mench, J. A. (2007). The challenge of challenge: can problem solving opportunities enhance animal welfare?. Applied Animal Behaviour Science, 102(3-4), 246-261.
7. Pullen, A. J., Merrill, R. J. N., & Bradshaw, J. W. S. (2010). Preferences for toy types and presentations in kennel housed dogs. Applied Animal Behaviour Science, 125(3-4), 151-156.
8. Pullen, A. J., Merrill, R. J., & Bradshaw, J. W. (2012). Habituation and dishabituation during object play in kennel-housed dogs. Animal cognition, 15, 1143-1150.
9. Rooney, N. J., & Bradshaw, J. W. (2003). Links between play and dominance and attachment dimensions of dog-human relationships. Journal of applied animal welfare science, 6(2), 67-94.
10. Rooney, N. J., Bradshaw, J. W., & Robinson, I. H. (2001). Do dogs respond to play signals given by humans?. Animal Behaviour, 61(4), 715-722.
11. Rooney, N. J., Bradshaw, J. W., & Robinson, I. H. (2000). A comparison of dog–dog and dog–human play behaviour. Applied Animal Behaviour Science, 66(3), 235-248.
12. Schipper, L. L., Vinke, C. M., Schilder, M. B., & Spruijt, B. M. (2008). The effect of feeding enrichment toys on the behaviour of kennelled dogs (Canis familiaris). Applied Animal Behaviour Science, 114(1-2), 182-195.
13. Sommerville, R., O’Connor, E. A., & Asher, L. (2017). Why do dogs play? Function and welfare implications of play in the domestic dog. Applied animal behaviour science, 197, 1-8.
14. Spinka, M., Newberry, R. C., & Bekoff, M. (2001). Mammalian play: training for the unexpected. The Quarterly review of biology, 76(2), 141-168.
15. Su, D. K., Murphy, M., Hand, A., Zhu, X., & Witzel‐Rollins, A. (2019). Impact of feeding method on overall activity of indoor, client‐owned dogs. Journal of Small Animal Practice, 60(7), 438-443.
16. Wells, D. L. (2004). The influence of toys on the behaviour and welfare of kennelled dogs. Animal Welfare, 13(3), 367-373.