La mayoría de los cachorros llegan a sus nuevas familias con 8 semanas. Ésta es la edad mínima recomendada para adoptar a un cachorro1. Hasta entonces, es importante que los perritos estén con su madre y hermanos para favorecer un desarrollo emocional y social adecuado2. Sin embargo, a veces puedes encontrarte en la situación de tener un cachorro en casa que aún no tiene un mes de vida. Y es posible que te preguntes: ¿es seguro bañarlo siendo tan pequeño? Antes de contestar a la pregunta, vamos a ver qué pasa en los cachorros de tan corta edad.
Entiende su primer mes de vida
No tiene defensas propias
Durante las primeras 3-4 semanas de vida, el sistema inmunitario del cachorro aún no está desarrollado. No tiene defensas propias: prácticamente todo lo que le protege de las infecciones son los anticuerpos que la madre le ha pasado con el calostro, que es la primera leche que la perra produce después del parto3. Esto implica que, si el cachorro no ha podido tomar la leche materna en las primeras 12 horas después del parto4, o la madre no ha sido vacunada ni ha superado enfermedades infecciosas, es decir no tiene anticuerpos para pasar a sus crías5, puede estar desprotegido frente a los agentes infecciosos6.
Esto convierte estas primeras semanas en las más críticas para sus defensas e implica que en este periodo hay que tener especial cuidado para evitar cualquier factor que ponga en riesgo su salud.
Tiene más riesgo que un adulto de sufrir hipotermia
Un perro adulto normalmente tiene una temperatura corporal entre 37,8 y 39,2ºC (38,5ºC de media). En el caso de los cachorros recién nacidos, la temperatura varía entre 35 y 37ºC8. Esta temperatura irá aumentando progresivamente a medida que crecen hasta alcanzar la temperatura de un perro adulto cuando son destetados9. Además, durante las primeras semanas de vida, los cachorros no pueden regular eficazmente su temperatura corporal. Esto se debe a que no pueden tiritar10,11 y también a que sus reservas de energía son muy limitadas12.
Dejar a un cachorro de pocas semanas de vida solo y alejado de una fuente de calor puede ser muy peligroso para su supervivencia. Especialmente si está mojado o hay corrientes de aire que aceleren su enfriamiento16.
Todo esto hace que, en el caso de un cachorro de pocas semanas de edad, la hipotermia pueda suponer un riesgo importante para su vida17,18. Además, el enfriamiento puede debilitar sus defensas, haciéndolo más susceptible a desarrollar cualquier enfermedad infecciosa a la que se vea expuesto19.
Entonces, ¿se puede bañar a un cachorro de 1 mes?
Teniendo en cuenta lo que hemos visto, no es aconsejable bañar al cachorro antes del primer mes de vida. Lo mejor es esperar hasta que haya finalizado su pauta vacunal, que puede variar en función del protocolo que se siga: en general comenzar a partir de las 6-8 semanas y termina a las 16 semanas de vida7. De esta manera, evitas correr riesgos innecesarios para su salud.
¿Cómo bañarlo si fuera necesario?
Si tu cachorro se ha metido donde no debía y ha acabado ensuciándose, puedes probar con un cepillado suave para quitarle la suciedad del pelo sin necesidad de bañarlo. Pero, si fuera necesario bañarlo por algún motivo , tu veterinario te indicará qué método y productos usar para garantizar la seguridad de tu cachorro evitando riesgos para su salud.
Cuando finalmente lo puedas bañar ¿qué vas a necesitar?
En primer lugar, necesitas preparar la habitación donde lo vas a bañar y el material que vas a usar:

Durante su primer mes de vida los cachorros tienen necesidades especiales en cuanto a temperatura ambiental y también por esto, es mejor que esperes a que sea más mayor para bañarle: 29-32ºC durante su primera semana de vida, 26,5-29,5ºC durante la segunda y tercera semanas y 21-24ºC durante la cuarta semana8.
¿Qué cuidados debes tener durante y después del baño?

Agua
El agua debe estar templada: ni demasiado fría, ni caliente. Empieza a bañarle de manera progresiva para no asustarle.

Oídos y ojos
Debes tener mucho cuidado con los ojos de tu cachorro, evitando que le entre champú. Vigila también que no le entre agua en los oídos.

Enjuague
Hay que retirar los residuos de champú antes de dar por finalizado el baño.

Secado
Después del baño, seca a tu cachorro completamente y lo más rápido posible. Puedes empezar usando una toalla de microfibra para eliminar el exceso de agua y luego terminar de secarlo con secador, vigilando siempre que el cachorro no se queme, ni se incomode o se asuste. Es útil poner tu mano cerca del secador mientras lo seques para controlar la temperatura. Evita dirigir el chorro de aire del secador directamente hacia la cara y los oídos del perro.
Hay que proteger al cachorro de las corrientes de aire durante el baño y el secado. Si el pelo sigue mojado, su temperatura corporal podría bajar

Cepillado
Realiza este paso antes del baño. En el mercado existen peines de todo tipo, así que, pregúntale a tu veterinario cuál es el mejor para el tipo de pelo de tu perro.
¿Cómo preparar su primer baño?
Las primeras veces que bañes a tu cachorro serán las más importantes para crear sus expectativas sobre los próximos baños. Por este motivo, es crucial ser muy paciente y cuidadoso, y observar que el cachorro esté relajado o se vaya relajando durante el baño.
- Adelántate a cuando necesites bañarlo. Lo ideal es acostumbrar al cachorro con tiempo en vez de esperar que entienda todos los pasos durante su primer baño. Por ejemplo, si no estuviera acostumbrado a la habitación donde lo vas a lavar o al hecho de estar en el interior del barreño o de que le toquen, habría que empezar por ahí.
- Trabaja por partes. Durante el baño, los cachorros experimentan muchas cosas: el sonido y el contacto del agua, ser manipulados para ser lavados, estar en una bañera o barreño, los productos para lavarlo, la sensación de estar mojado y de que los froten con una toalla, el sonido del secador, la sensación del aire caliente, ... Para que tu cachorro acepte el baño, es mejor que se acostumbre gradualmente a las diferentes partes de esta experiencia. Una buena idea es empezar por el final, es decir, por el secado. De esta manera, cuando empieces a mojarlo, estará más cómodo y relajado y no habrá ningún problema en secarlo.
- Respeta sus tiempos. No hay tiempos establecidos para acostumbrar a un cachorro al baño: cada uno va a su ritmo. Sabrás cuándo es el momento de avanzar prestando atención a su comportamiento.
- Distráele y asocia la experiencia con algo agradable. Durante y después del baño, ves introduciendo cosas que le gusten para hacer del baño una experiencia agradable, por ejemplo, mantenerle entretenido con un juguete o con comida facilitará los baños posteriores.
No esperes a que el baño haya acabado para darle un premio. Si el baño no le gusta, el simple hecho de que haya acabado ya es un alivio.
Es importante que los estímulos agradables que hayas preparado para este momento se presenten durante el baño.

La prevención es clave cuando se refiere a la salud de tu perro y siempre es mejor evitar exponer a tu cachorro a situaciones potencialmente peligrosas, como puede ser la hipotermia. Así que, lo mejor es preparar su primer baño cuando sea lo suficientemente mayor. También, es fundamental ser paciente y respetar sus tiempos asociando la experiencia con algo positivo para que el perro pueda sentirse cómodo y relajado. En caso de duda, consulta siempre con tu veterinario de confianza.
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